Con la serenidad de quien se retira luego de una larga trayectoria, pero también con el peso del desgaste acumulado, Raúl Martínez repasó los motivos que lo llevaron a dejar la conducción de la Mutual de la Construcción, luego de más de cuatro décadas de trabajo. El dirigente no ahorró críticas al Gobierno provincial y advirtió que la entidad atraviesa uno de sus momentos más delicados. Su rol ahora será ejercido por Damián Miler, titular de La Uocra, que tiene mayor llegada al gobernador Alberto Weretilneck.
“El último tramo fue muy duro. Fueron dos años de martirio con la caída de las fuentes de trabajo. Viedma se quedó con dos o tres obras grandes y nada más. Y la Mutual depende de eso, de que haya obreros en actividad, aportantes”, explicó. Según detalló, la sustentabilidad de la Mutual requería unos 230 afiliados activos, pero en los últimos tiempos no llegaban ni a la mitad. “Así, no hay forma de sostener los gastos corrientes, ni hablar de crecer o invertir”, agregó.
Martínez denunció que en 12 años no obtuvieron ningún tipo de respaldo del Gobierno provincial. “No nos dieron ni agua. Presentamos proyectos, buscamos alternativas, hasta firmamos un convenio que nunca se cumplió. Nunca nos atendieron. Nunca nos escucharon”, remarcó. Entre los planes frustrados mencionó el Empadronamiento Productivo Mutual, que preveía la creación de talleres de fabricación de muebles. “Teníamos las máquinas, parte de los insumos. Pero nada avanzó”, lamentó.
Recordó que la Mutual no es un club recreativo, sino un espacio de contención social. “Acá se viene cuando hay un problema de salud, familiar, de trabajo. Es el paredón de los lamentos. Y aún en medio de esta crisis seguimos dando servicios, órdenes de compra, farmacia. Pero ya no se podía más”, reconoció.
El dirigente también contó que desde octubre pasado los empleados trabajan con media jornada y cobran la mitad del sueldo, sin interrupciones en los servicios. “Los proveedores nos conocen hace años y siguen prestando servicios, a pesar de que estamos endeudados. Lo hacen con la esperanza de que esto se pueda recuperar”, explicó.
Uno de los momentos más duros fue cuando, ante la falta de recursos, les sugirieron vender propiedades para cubrir los gastos. Martínez se negó. “Me dijeron que hiciera como otras mutuales: vendé algo y seguí. Pero yo no iba a vender ni un metro cuadrado de lo que nos costó 42 años de trabajo. Lo importante es la institución, no las personas”, sostuvo.
El año pasado envió una carta abierta al gobernador, proponiendo que se destine un mes del FONAVI provincial a construir viviendas con financiamiento de la Mutual. “Con un solo mes podríamos hacer 40 viviendas. Ni nos respondieron. Ni una llamada”, dijo con resignación.
En ese contexto, explicó que su salida tenía como objetivo abrir paso a una nueva conducción, encabezada por Damián Miler, con mayores posibilidades de interlocución política. “Conmigo la relación es mala, eso está claro. Pero todos saben que con la UOCRA es buena. Ojalá eso permita que la Mutual pueda ponerse de pie. No se trata de nombres, se trata de la institución”, afirmó.
La Mutual de la Construcción tiene presencia en distintas ciudades de la provincia, con servicios en San Antonio, Río Colorado y General Conesa. También cuenta con sedes y espacios propios en Viedma, como el SUM de la calle Colón, el auditorio y el centro comunitario del barrio IPPV.
A modo de balance final, Martínez destacó el papel social que tuvo la Mutual en las últimas décadas. “En el 2001 hubo una crisis terrible, pero con acuerdos con el Estado generamos empleo, hicimos viviendas, reparamos escuelas, activamos la economía. Hoy ni siquiera nos abrieron la puerta”, concluyó.
14 julio 2025
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