La nueva ola

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El coronavirus vuelve a estar en la mesa de lo importante y en Río Negro hay varios interrogantes que aparecen, siempre en un contexto que dista de ser el mejor, aunque este fin de semana largo significó un bálsamo para las localidades turísticas, ya que la afluencia de visitantes fue mejor de lo que se esperaba en la previa.

Pero también hay un conflicto que el gobierno provincial todavía no terminó de solucionar. Sus confrontaciones con UPCN se han extendido más allá de lo pensado y en algunos ámbitos del Gobierno admiten que la no relación con Juan Carlos Scalesi no fue la mejor decisión y que ahora está costando el doble poder establecer canales para un entendimiento.

“Al final va a tener que terminar interviniendo Arabela”, manifestó en los últimos días un integrante del Gabinete, al advertir que no existen demasiados avances, aunque por supuesto está claro que la intención es no exponer a la mandataria. Desde UPCN esbozan que una conversación con Carreras desalentaría la escalada cada vez más intensiva del gremio en sus medidas de fuerza.

Pero si solo dependiera de UPCN el panorama se visualizaría quizá de una manera menos compleja que la que aparece ante la también posición de protesta que mantiene desde su génesis la nueva organización gremial de trabajadores hospitalarios ASSPUR, que el miércoles realizará medidas de fuerza en los hospitales públicos rionegrinos y cortes de ruta y puentes.

Y a todo esto, las preguntas que surgen en el contexto de la segunda ola tienen que ver con el coronavirus: ¿Aguantará esta vez la capacidad sanitaria o la vacunación ayudará a que la situación se haga menos dramática que la primera vez? ¿Soportará la capacidad económica de la Provincia y efectivamente seguirá funcionando tal como lo anunció la semana pasada la gobernadora, Arabela Carreras o llegado el caso se volverá a un confinamiento? Y, además, ¿habrá capacidad de respuesta suficiente teniendo en cuenta además que es un año electoral?

Todo esto frente a una pasividad sorprendente de la Legislatura rionegrina, que no activa y que con su pasividad hasta ofrece una imagen apática ante las múltiples problemáticas de la sociedad y del propio gobierno del que forma parte su presidente, Alejandro Palmieri.

Se va una semana en la que la nueva ola de coronavirus se mezcló con un intenso turismo interno, una semana en la que –de yapa- el presidente Fernández dio positivo de Covid-19.

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