Hoy en día en la Argentina los hechos tienen un peso y una dimensión como tantos habitantes tiene el país, entonces la trascendencia y hasta la magnificencia de las cosas queda supeditada a la mirada de nuestro entorno.

Entonces una foto de la Primera Dama celebrando su cumpleaños en la Quinta de Olivos en plena etapa de restricciones totales en nuestro país tiene connotaciones de las más disímiles; mientras para unos fue un dislate, una falta de respeto e incluso una burla a quienes hicieron buena conducta en 2020 para otros la figura del Presidente es digna de sometimiento de juicio político, todo eso sin contar la acción “hater” en las redes sociales.

El contexto de esta “gaffe” del gobierno nacional se da en el marco de la campaña electoral, ensuciada a más no poder entre los detractores del Frente de Todos y los defensores a ultranza de la gestión nacional.

En Río Negro el debate electoral no tiene claro qué es lo que realmente se discute. La intención primaria es diferenciarse unos de otros sin presentarle a la gente proyectos que generen un crecimiento de la vida democrática colectiva y se da permiso a que la campaña nacional se cuele en los intereses de los rionegrinos.

Juntos por el Cambio, el Frente de Todos y Juntos Somos Río Negro han decidido nacionalizar la elección y en eso hay cierta comodidad. Los partidos con base nacional se cuelgan de los referentes nacionales para lograr así una rápida visibilización de sus postulantes. Así, Juntos por el Cambio y las tres listas que compulsarán en las PASO postula que el kirchnerismo no debe crecer en el Congreso y así no generar una mayoría que pudiera resultar peligrosa para sociedad; el Frente de Todos deja que referentes nacionales diseñen su campaña desde una mirada que no siempre parte desde los rionegrinos. Vale señalar que en los últimos días estuvo el ministro de Economía de la Nación y se reunió con legisladores y candidatos a quienes instruyó en materia económica y puedan defender con números la gestión nacional. Juntos Somos Río Negro, en tanto, prefiere que la discusión sea nacional porque no quiere entrar en detalles sobre la gestión provincial por una u otra razón.

Mientras esas discusiones se suscitan los electores y electoras de Río Negro se muestran cada vez más apáticos, han perdido el interés sobre lo que se votará y mucho menos prestan atención a las candidaturas.