Más de 15 años sin Otoño Uriarte, más de 15 años de impunidad

A casi 16 años de la muerte de la joven del Alto Valle, el crimen continúa impune.

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Por Jazmín Manuel (*)


Otoño Uriarte tenía 16 años cuando desapareció en Fernández Oro, una pequeña localidad en la provincia de Río Negro. Fue vista por última vez por vecinos y vecinas la noche del lunes 23 de octubre de 2006, caminando por un sector de chacras en donde vivía con su familia. Seis meses más tarde, el 24 de abril de 2007, su cuerpo fue hallado en la ciudad vecina de Cipolletti, en el drenaje de una usina eléctrica sobre un canal de riego, a 15 metros de profundidad.

 La autopsia y otros estudios posteriores determinaron que Otoño fue violada, torturada y brutalmente asesinada. Su cuerpo presentaba signos de asfixia y dos heridas provocadas con un objeto cortante, una en la zona del pecho y otra bajo la axila izquierda. Sin embargo, la causa de Otoño durante tantos años no recibió la carátula de femicidio, ni siquiera de homicidio, sino que pasó de estar caratulada como “búsqueda de paradero” a “privación ilegítima de la libertad agravada por su duración”.

Lo que siguió al descubrimiento de su cuerpo fueron años de intensa lucha de su familia frente a los malos manejos de la justicia, en un caso que actualmente continúa impune. En estos 15 años hubo seis imputados y todos fueron sobreseídos.

 Además, el caso de Otoño puso a la luz las redes de trata en la zona, y la complicidad policial que nunca pudo ser comprobada judicialmente. Familiares de la adolescente aseguran que la investigación se colmó de encubrimiento, pérdida de evidencia e inconsistencias. Hubo un juicio político, destitución, sanciones a fiscales y policías e importantes ascensos en la cúpula policial.

 

Redes de trata y la complicidad de la policía

 Pocos días antes de que aparezca el cuerpo de Otoño, el Diario Río Negro tuvo acceso al expediente del caso y publicó la transcripción de una conversación telefónica que permitió revelar los nexos entre policías y proxenetas. En la conversación habrían participado un proxeneta del cabaret “Las Vegas” de Choele Choel y un policía de la comisaría 8va de la misma localidad. En la llamada, se los escucha hablar de una chica de 15 años, supuestamente traída de La Pampa, a la cual acuerdan “fichar”.

 

1) - Ah, no, porque sabés que, yo tengo que llevar una chica para fichar, loco.

2) - ¿Cómo está?

1) - Está re buena.

2) - Uy, ¡qué los parió! Esperá A (nombre de proxeneta) le preguntamos al Subco (pausa consulta)

1) - ¿Y, campeón?

2) - ¿Todo al pelo por allá?

1) - Sí, todo muy tranquilo... acá estoy acostado con las chicas.

2) - Qué envidia que te tengo. ¿Cómo es que estás acostado con las chicas?

1) - Saluden chicas... (se oyen voces femeninas saludando)

2) - (se ríe) ¿Y de dónde es la piba esta nueva?

1) - De La Pampa.

2) - ¿Cuántos años tiene?

1) - Acaba de cumplir quince recién.

(Fragmento de la escucha telefónica, publicado por Diario Río Negro el 9 de abril de 2007).

 

En aquél entonces, el comisario Víctor Cufré ocupaba el cargo de subjefe de la Policía de Río Negro, siendo uno de los grandes responsables en la búsqueda de Otoño desde su desaparición. Con varias pruebas que parecían apuntar a la policía con las redes de trata, los malos manejos en este caso de secuestro y posterior femicidio fueron evidentes. Pese a ello, Cufré fue ascendido en 2010 como Secretario de Seguridad y Justicia de la Provincia.

 Años más tarde, Cufré fue sentenciado a cuatro años de prisión por las muertes de Sergio Cárdenas (29) y Nicolás Carrasco (16), ocurridas durante la represión policial del 17 de junio de 2010 en Bariloche.

 “Nunca se investigó la línea policial”, dice Roberto, padre de Otoño. “¿Cómo es posible que el radiograma de notificación a la jefatura y comisarías, que firma el comisario Vallejos horas después, tiene la descripción de la vestimenta que llevaba Otoño esa noche siendo que en la denuncia de la desaparición no se conocía esa información?”, agrega denunciando otra gran inconsistencia en la investigación del caso. Ives Vallejos era, en aquél entonces, comisario de Fernández Oro. Unos años más tarde, en 2010, fue promovido a primer jefe de la Regional Quinta en Cipolletti.

 Por su parte, el fiscal del caso, Oscar Cid, fue llevado a juicio político a partir de estas escuchas. Se lo acusó por mal desempeño y por la “excesiva demora” en el envío de las transcripciones de dicha conversación telefónica. Según el sumario, Cid habría sido notificado de esa información el 29 de noviembre de 2006, pero envió una copia digital entre marzo y abril de 2007. Finalmente, fue suspendido por dos semanas.

 

15 años sin Otoño, 15 años sin justicia

 Fueron seis los sospechosos de haber participado en el secuestro y posterior femicidio de Otoño. Uno de ellos, tenía en su poder la bicicleta en la que circuló la adolescente el día de su desaparición. Fueron procesados dos veces por la Jueza de Instrucción María del Carmen García García, y fueron sobreseídos por lo que se consideró “falta de pruebas”.

 Luego, se tomó licencia y no volvió al caso. En 2012, García, quien fue cuestionada por mal desempeño durante la investigación del caso de Otoño, enfrentó un juicio político en el que se la removió de su cargo por “ineptitud psicológica”.

 Tras más de una década de incumplimientos por parte de la justicia, en noviembre de 2021 la familia de Otoño, junto con la organización Madres que rompen el silencio, iniciaron una campaña para recaudar fondos para así poder financiar la re-incorporación del perito forense Enrique Prueguer quien, según la misma familia, estuvo desde un principio acompañando, y ya tiene informes y conjeturas realizadas y avanzadas.

 Lograron su cometido en enero de este mismo año. Actualmente, el perito ya se encuentra incorporado a la causa. Además, el pasado 8 de abril se realizó una audiencia en la que la jueza de garantías otorgó el plazo de extensión de la investigación pedido por la familia, de 4 meses.

 “Hay mucho por hacer, incluso llamados a testigos, ahondar en lo que hay”, dijo al respecto Roberto Uriarte y adelantó que Preguer “va a solicitar pericias a varios elementos”.

 La familia aún espera que se analicen todas las pruebas existentes en el caso de Otoño. Sin embargo, debemos recordar que ya no hay justicia posible que alcance frente a tanto dolor, incertidumbre, destrato y abandono. La familia se posiciona y se aferra en la búsqueda de la verdad. Roberto Uriarte, lo resume de la siguiente forma: “por Otoño la justicia que reclamamos y exigimos, convencidos y convencidas de la lucha que significa, es para todas y todos los que nos encontramos vulneradas y vulnerados en nuestros derechos”.

El caso de Otoño es en la región el claro ejemplo de muchos otros a nivel nacional: es la falta de justicia en los casos de femicidio y violencia de género, la complicidad y la impunidad; pero también es el ejemplo de la memoria colectiva. Las calles de Fernández Oro continúan manteniendo presente la imagen de Otoño, para que nadie olvide. En varias localidades, la imagen de Otoño está presente en pasillos universitarios, en las marchas de mujeres, en murales a lo largo y ancho de la provincia.

 "Si usted lee la carátula de la causa, aún se está buscando a Otoño… Cunta hipocresía, cuanta burocracia, cuanta farsa", expresa su padre.  A casi 16 años desde su desaparición: Justicia por Otoño Uriarte y por todas las mujeres desaparecidas y asesinadas.


(*) Agencia Télam


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