“Se viene River, en Bahia”

Comentar

     Si bien la pelota, el dominio de la misma, o la posesión de balón, como se acostumbra decir hoy, fue de los locales desde el inicio de las acciones, el vértigo que le imprimían a sus ataques no alcanzaba para burlar a Champagne, hasta que a los 13 minutos del primer tiempo Acosta, tras un buen centro de Ortiz, le ganó en el salto Quiroga, su marcador veinte centímetros más alto, para dejar sin nada que hacer al arquero aurinegro.

     Con la ventaja inicial Lanús no se conformó y Olimpo si bien arriesgó algo más, nunca inquietó el arco local. Olimpo mejoró pero pateó al arco una sola vez y a los 46´de la misma etapa inicial Sills le tiró a su compañero de zaga una pelota prendida fuego que otra vez Acosta se encargó de capitalizar; anticipó a Moiraghi y definió en soledad frente a un Champagne que otra vez nada tuvo para hacer.

     El equipo del sur del Gran Buenos Aires lo ganó por jerarquía individual, no hubo tanta diferencia desde lo colectivo, pero la delantera de Olimpo no hace goles y la de ellos es buena en serio (diferencia más que suficiente).

     Desde nuestro parecer creemos que el primer tiempo mostró a un Olimpo que jugó mal, ni lindo ni desordenado sino mal, sin posibilidades reales de lastimar al rival y sin inquietar siquiera a los defensores locales. Fue un Olimpo parecido a lo peorcito de la última etapa del ciclo Perazzo. En el segundo tiempo se vio otra cara, y acá queremos resaltar la actitud del DT, mal o bien, se comparta o no, Osella hizo lo que tanto le reclamábamos al cuerpo técnico anterior, yendo 2 a 0 abajo sacó a un defensor y a un cinco y mandó a la cancha a dos delanteros, arriesgó, demostró que aunque no se pudo, la intención de traerse algo de la visita a Bs. As. estuvo. Olimpo dejó el invicto que traía el nuevo técnico, pero mostró algo, mostró lo que tiene, que si lo leemos de atrás para adelante también debemos decir que lo que tiene es esto y nada más que esto, en el banco no hay más nada que lo que se puso en cancha.

    Hay lugar para traer dos refuerzos, el cargador tiene dos balas y hay que poner las dos en el blanco, dos delanteros que hagan su trabajo, goles, o seguir penando y rezar hasta el final de la temporada.

     Pero antes hay un partido más, el peor rival que se podía elegir para cerrar la primer mitad del torneo. Sí, Olimpo juega contra River. El aurinegro recibirá en el Roberto Carminatti, al equipo que mejor juega hoy, será anfitrión del equipo de Gallardo el domingo desde las 21:30 y con el arbitraje del internacional Germán Delfino.

     Para este encuentro con el que nuestro Olimpo despedirá la primera mitad del año Osella tiene casi todo definido y la única duda pasa por saber si Iván Furios podrá llegar o no en condiciones optimas, si llega él será central con el chino Moiraghi y Sills marcará la banda derecha, sino los centrales serán Sills y el rionegrino Moiraghi y Parnisari hará la banda. Así, los 11 iniciales que se perfilan son: Champagne, Parnisari, Sills, Moiraghi, Quiroga; Encina, Cobo, Blanco, Mansilla; y arriba Amoroso y Klusener.

     Se viene River y Olimpo tendrá que levantar mucho su nivel para hacer un buen papel el domingo. El momento desde lo matemático es más grave que desde lo futbolístico, porque el promedio se desploma cada vez más, y en la tabla de posiciones no ocupamos ningún lugar privilegiado. La verdad es que preocupa hasta al más optimista mirar cualquiera de las dos tablas, por eso creemos que el objetivo del aurinegro no termina el domingo. Hay que hacer las cosas lo mejor posible contra un equipo durísimo pero sobre todo hay que “traer bien” en el receso.

     Para cerrar elegimos siempre alguna frase optimista, pero hoy preferimos apelar además a la reflexión que deberá imperar en la dirigencia desde lo que debe ocurrir de la línea de cal para afuera. Es ganarle a River, o al menos sumar, lo que ya de por sí constituye una empresa que aunque no es imposible, habrá que encarar con cautela y decisión en su justa medida. Pero después viene lo otro, que es tan o más importante que lo anterior.

     Allá por enero cuando vimos los refuerzos que se pretendía traer dijimos “hay que traer 1 o 2 jugadores de esos que llevan gente a la cancha, con eso, más los que vinieron y los que se quedaron puede andar”, y lo trajeron entre otros al Sapito Encina, que ni llevó gente a la cancha ni le dio juego al equipo.    Hoy, reconociendo que nos quedamos cortos aquella vez, seremos más concretos, “hay que sumar contra River y traer dos delanteros que hagan sólo su trabajo, nada más ni nada menos, hay que traer dos tipos que se la choquen y hagan que el rival saque del medio más seguido”; eso hay que salir a buscar.

También te puede interesar...