Tras varias deficiones con mensajes hacia dentro y fuera de la UCR, dispusieron conformar mesas de conducción del proceso a nivel local conformadas por 3 o 4 representantes en cada localidad y una mesa provincial de 8 personas, una por cada circuito electoral.
El documento:
Somos de los que creemos que la política se construye a partir del debate, del intercambio de ideas, del análisis, de la autocrítica y de la búsqueda de consensos y nos hemos reunido a tal efecto; a reflexionar con serenidad y sinceridad, a reconocer nuestros propios errores y también los factores externos.
Reconocemos y asumimos que el radicalismo rionegrino atraviesa por una crisis que se debe superar a partir de un proceso de reconstrucción exento de apasionamientos circunstanciales y basado en la doctrina y la ideología partidaria cuyos principales objetivos son la libertad, la solidaridad y la defensa de los principios fundamentales de la democracia.
Este sector del radicalismo está dispuesto a seducir a todos los rionegrinospara volver a representarlos, y de construir una alternativa clara y confiable en pos de la paz y el bienestar de todos.
Para ello debemos poner todos nuestros esfuerzos en reconstruir nuestro partido, uniéndonos con todos aquellos dirigentes y militantes dispuestos a fortalecernos y renovarnuestra relación con la sociedad rionegrina.
También es necesario reafirmar, sobre todo a algunos dirigentes partidarios, claros conceptos sobre el rol de oposición que nos ha encomendado la ciudadanía, el respeto por la democracia interna y que la política no se hace con mezquindades, oportunismos y especulaciones y mucho menos si se pretende militar en las filas de la Unión Cívica Radical.
La rica historia de la Unión Cívica Radical al servicio de los intereses nacionales y populares nos obliga a que en este presente fortalezcamos nuestros principios y propuestas programáticas y que actuemos con criterio pluralista con quienes, al igual que nosotros, quieren otro destino para la provincia.
Esa recuperación protagónica será el resultado del esfuerzo, una adecuada organización y planificación de nuestras acciones y no de la aparición de salvadores mesiánicos. Esa recuperación vendrá de la mano de la profundización del proceso de renovación iniciado en el 2011, sumando nuevos cuadros para motorizar la reconstrucción.
Este sector mayoritario del radicalismo tiene la responsabilidad y la obligación de liderar un proceso republicano y democrático de asumir con inteligencia, grandeza y eficiencia el desafío de detener el daño al que se ha sometido a los rionegrinos en estos últimos dos años menoscabando los valores, ideas y principios de sus ciudadanos.
Estamos convencidos que los errores y los tropiezos nos fortalecen. Que a pesar de ellos, somos muchos los rionegrinos que estamos de acuerdo en la necesidad de cambiar las cosas y que no nos podemos acostumbrar a vivir así. Queremos seguir siendo la voz de los que no tienen voz.
Somos el partido de la vida, somos el partido de la democracia, somos un partido que tiene un proyecto de provincia que contempla el presente y el futuro de las generaciones que vendrán.
Para ello necesitamos ejercer con responsabilidad y coraje el rol de oposición en el que nos ha ubicado la ciudadanía. Debemos militar en ese rol y realizar el aporte y acompañamiento necesarios a nuestros legisladores a fin de que cumplan con la función encomendada. La oposición bien ejercida es un rol fundamental en el desarrollo del sistema democrático e impide que, como sucede, se impongan consensos artificiales que perjudican a la sociedad.
Asimismo definimos nuestro decidido y organizado acompañamiento a Intendentes, Concejales y Revisores de Cuenta partidarios para que puedan cumplir con libertad, seguridad y convicción con su cometido. De la misma forma acompañar a las autoridades partidarias locales y provinciales legítimamente constituidas, a fin de establecerlos canales de diálogo adecuados para la búsqueda de consensos que posibiliten la unidad partidaria y una más activa participación de los actuales y los nuevos afiliados.
Se decidió, además acompañar el proceso de recuperación del partido a nivel nacional, en el marco de las políticas activas de la social-democracia en la que nació nuestro partido, en donde el Estado debe involucrarse en la organización de la sociedad para que sus miembros vivan con dignidad, que está en el discurso del oficialismo nacional y provincial, aunque no en la práctica.

22 octubre 2019
Interés General