En el reportaje, en el que estuvo acompañado por el actual Diputado y candidato a Senador por Entre Ríos, la UCR Atilio Benedetti y por el candidato a Diputado por la alianza UNEN por Capital Federal, Ricardo Gil Lavedra, quienes coincidieron en la postura de que la oposición tiene que cumplir la función de ponerle límites al kirchnerismo y conformar una alternativa para el 2015.

Consultado sobre el radicalismo rionegrino y su pasado K, Chironi sostuvo que “nosotros aspiramos que la UCR rionegrina no sea K. Nuestra candidatura, la de la lista que yo represento apunta a  fijar claramente una línea divisoria. Y sobre todo, a mantener en nuestro caso una línea de conducta que tuvimos siempre de ponerle límites al kirchnerismo. Nosotros hace muchos años advertimos que había una vocación hegemónica en el núcleo de poder del kirchnerismo con muchas manifestaciones, el avance sobre los otros poderes del estado, recientemente el avance sobre la independencia de la Justicia, que también lo transforman en el gobierno más unitario que ha tenido este país. Absolutamente todo se decide en Buenos Aires, con consecuencias nefastas para provincias como las nuestras que necesitan conocimiento de realidades específicas como son nuestras economías regionales, la fruticultura, la ganadería ovina, el turismo, que no se pueden decidir y solucionar desde Buenos Aires. Nuestra aspiración es precisamente  a marcar esta línea en dos ámbitos: en el plano nacional, a contribuir para formar un modelo alternativo de país; y en el provincial a hacer una defensa muy firme de los derechos federales de los recursos de la provincia de Río Negro”.

Más tarde Morales Solá consultó sobre la situación que se vive en la provincia, donde en caso de ganar deberá medirse con uno de los hombres de mayor peso del kirchnerismo, el presidente del bloque de senadores del FpV, Miguel Pichetto. El precandidato de la lista Roja y Blanca “Compromiso Rionegrino” prefirió hacer hincapié en la interna “en la que se debe  definir la identidad del radicalismo”.

Luego explicó que el gobierno de Río Negro fue K durante mucho tiempo, adhirió a las políticas K y adhirió a medidas que nosotros combatíamos desde la Cámara de Diputados. Hoy competimos con Saiz, que es un ex gobernador y con otro ex gobernador, Massaccesi. Sobre ellos lo que más nos diferencia es una convicción profunda acerca de este momento que es el que hay que ponerle límites al gobierno nacional y que nosotros entendemos que es un reclamo muy claro de la ciudadanía, que hay un hartazgo de la intolerancia, de la falta de respeto al pensamiento ajeno que evidencia el kirchnerismo. Nosotros le vamos a devolver una identidad perdida al radicalismo y nos va a permitir competir contra el FpV que su candidato es el Senador Pichetto, porque ellos no tienen interna. Es un dato esencial, hay que pasar las PASO porque durante un tiempo, en épocas del radicalismo K, el radicalismo envió señales confusas y hoy la sociedad está reclamando que la UCR cumpla el rol que tiene que cumplir de ejercer una firme oposición a los excesos y desvíos del poder kirchnerista”.

Para finalizar Chironi también se refirió al incendio del local partidario de la UCR en Olavarría y el robo que denunció el intendente de Tigre y candidato a Diputado bonaerense Sergio Mazza: “Es difícil poder enlazar estos hechos, pero tienen un denominador común con un lenguaje gestual y una postura que se baja desde la primera magistratura del país. Cuando la Presidenta de un país dice que no va a respetar la ley y se enorgullece de no respetarla, como en el caso de las normas electorales, se envía un mensaje muy malo hacia el conjunto de la gente que ve que quien debe ser la primera ciudadana del país no respeta las leyes. Y que además lo hace casi como un desafío, diciendo que ‘yo defiendo un bando en la Argentina contra otro bando y a este bando lo defiendo, aún más allá de la ley’, este es el mensaje. Cuando esto se instala en la sociedad siempre puede haber alguien que en vez de quedarse en el lenguaje pase a los hechos de violencia, una situación del pasado que creíamos que no íbamos a vivir más. Yo le adjudico una gran responsabilidad a este lenguaje confrontativo, de irritación, de división, de resentimiento que se baja en forma permanente”.