Además, expresó que “Mientras el Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, insiste que una persona puede comer con $ 6 por día, los índices inflacionarios “no oficiales” registran valores más altos que los oficiales, y los ingresos de muchos trabajadores languidecen sin poder alcanzar un punto de estabilidad y equilibrio que trasmita tranquilidad”.
Según el INDEC, algo más de $ 700 es lo que una familia tipo de 4 personas necesitaría para comer, es decir para adquirir la Canasta Básica de Alimentos. Mientras tanto para cubrir los gastos de la Canasta Básica Total, necesitaría casi $ 1700. “Estas cifras son un insulto al sentido común, porque en primer lugar nadie cree – porque lo vive en carne propia- que con esas cifras se pueda comer o siquiera poder abordar gastos básicos para la vida familiar”, cuestionó Odarda.
“Por otro lado, y como "no solo de pan vive el hombre", se vuelve exiguo considerar los valores de una canasta básica de alimentos para salir de la “indigencia”. No solo de alimentos se nutren un hombre o una mujer, o los niños en general, por lo tanto cualquier cifra que deba contemplarse como una base mínima respetable y digna, debe considerar un conjunto de gastos necesarios para una satisfacción integral de la persona. De esa manera, los valores se tornan más reales, y también más “humanos”. Creo que ya no se puede medir la indigencia como se ha hecho hasta ahora, porque en cierta forma es indigente también aquel que teniendo para comer, no puede atender sus otras necesidades básicas: de vestimenta, de recreación, deportivas, de salud, de transporte, etc”,consignó la precandidata a la senaduría que encabeza la lista del Frente Progresista.
“La inflación va dejando atrás cualquier esperanza de mantener un nivel de satisfacción material y espiritual estable, por parte de la gran franja de trabajadores medios. Y en este sentido, es condenable la actitud que ha tenido el ministro del Interior, censurando y judicializando el trabajo de las consultoras privadas y los índices inflacionarios que ellas revelan. Demuestra sin más la desesperación por ocultar los números que salen de esos análisis. Nadie duda ya la manipulación que se ha hecho del INDEC, y la dependencia que tiene ese instituto respecto al gobierno central. En junio, el “Índice Congreso” (opositor) exhibió una inflación mensual del 1,93%. En relación al mismo mes del 2012, el índice muestra una suba del 23,8%. Según la misma fuente, en el 2012 el país registró un alza en los precios del 25,6 %. Mientras el INDEC aseguró que el Índice de Precios al Consumidor aumentó durante todo el año pasado el 10,8 %, solamente”, agregó Odarda.
La inflación es una realidad que no perdona y que no es reconocida por el gobierno nacional. Cualquier comerciante pequeño o mediano, y los consumidores, vemos el incremento periódico de productos de todo tipo y también de los servicios, lo cual hace que aumenten los índices de pobreza e indigencia.
“El Índice de Precios Mayoristas aumentó 13,1% durante el 2012 (0,9% en diciembre), mientras que el Costo de la Construcción mostró un alza del 24,6%. Es claro observar que las políticas implementadas por el gobierno, le van sacando la capacidad adquisitiva al trabajador argentino a través del impuesto a las ganancias, al pago del IVA en los productos básicos de consumo y la inflación que no se quiere reconocer. Un país no se puede construir sobre la base del sobreesfuerzo de los trabajadores, de los sectores medios y los más desfavorecidos. Hay una carga que no está siendo bien distribuida y las medidas del gobierno no parecen ir contra los grandes intereses corporativos que se enriquecen sosteniendo altas tasas de rentabilidad”, concluyó la parlamentaria progresista.

22 octubre 2019
Interés General