En la primera semana de las actividades, muchos de los pequeños tuvieron su primer acercamiento a los juegos tradicionales como el balero, trompo y el carrito con rulemanes, el gran atractivo de la Colonia. Además jugaron al yo-yo, rayuela, matanza, soga, entre otra gran variedad de actividades como fue el metegol humano inflable y la cancha de básquet inflable.
En esta última semana los chicos disfrutaron de juegos masivos, como el semáforo, dígalo con mímica y la isla, siempre respetando el espíritu de la Colonia de los juegos tradicionales.
Además los grupos, separados por edades, participaron de actividades en la cocina. El grupo de los más grandes hicieron el martes capcakes para todos sus compañeros de la Colonia, realizaron la masa, los profes los cocinaron y los pequeños los decoraron. El miércoles otro grupo hizo bomboncitos de chocolate, y el jueves los más pequeños hicieron manzanas acarameladas con pochoclos.
Otra de las actividades que más disfrutaron los pequeños fue el armado de máscaras. Primero revistieron los globos con papel de diario y plasticola, y al otro día los pintaron.
Durante toda la colonia los chicos merendaron en el Fioravanti con chocolatada y alfajores, gracias al apoyo de la Secretaría de Desarrollo Social del municipio de Viedma.
En el cierre los pequeños disfrutaron de una obra de títeres en el Centro Cultural de avenida costanera, a cargo de la Subsecretaría de Cultura. Al regreso en el Fioravanti merendaron, y en la despedida los profes les entregaron a cada niño una bolsita con caramelos, un ta-te-ti de madera, bolitas y cada pequeño se llevó un trompo o un yo-yo de recuerdo.

22 octubre 2019
Interés General