Legisladora Roxana Fernández
“Pueden cambiarles el nombre, pero jamás dejarán de ser nuestras”
La Legisladora Roxana Fernández (FpV) recordó a los ex -combatientes que defendiendo la soberanía de la República Argentina -sobre las Islas Malvinas- perdieron su vida.
Asimismo, saludó a los veteranos radicados en las diferentes provincias del territorio nacional y expresó que “más allá de las circunstancias de cómo se sucedió la guerra cada soldado que participó, es un Héroe y serán recordados como tales por el pueblo y la historia de nuestra Nación”.
La Parlamentaria, cuestionó al gobierno británico por hacer caso omiso al pedido de la Presidente, Cristina Fernández de Kirchner, quién en sendas ocasiones ha requerido un acercamiento para tratar de llegar a un acuerdo, dijo.
Agradeció a los países de América Latina que se atrevieron a alzar la voz para reconocer la soberanía -de Argentina- en las islas y por las cuales persiste un conflicto de varios años con Gran Bretaña.
Las Islas Malvinas, se hallan ubicadas dentro de la plataforma continental argentina y frente a la Patagonia.
La Legisladora Roxana Fernández, manifestó que “pueden cambiarles el nombre pero jamás dejaran de ser parte nuestra, parte de nuestra historia y de nuestro territorio”, acotó.
Finalmente, reitero su más amplio reconocimiento a los ex -combatientes y a los familiares de aquellos que no regresaron, “pero que nunca olvidaremos”, concluyó.
Legisladora Magdalena Odarda
Este 2 de abril, conmemoramos el “Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas”, una fecha imborrable en la historia política y social de nuestro país. Ese día de 1982, tropas argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas, tomando Puerto Argentino (o Puerto Stanley para los Kelpers) e iniciando una serie de acciones bélicas contra las fuerzas de Gran Bretaña, que culminaron el 14 de junio de ese año, con el triste saldo de casi mil muertos.
A comienzos de los años ‘80, el modelo económico neoliberal impuesto dio claras muestras de agotamiento, provocando numerosas tensiones sociales. Recuperar las Malvinas significaba desviar la atención social de esos problemas, y la posibilidad de recuperar el crédito perdido en los sectores sociales sensibles a estas acciones patrióticas.
Desde el accionar legislativo, apoyamos el reclamo pacífico por la soberanía de Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, rechazando todo intento de manifestación de violencia y de intervención bélica.
Cuando hablamos de soberanía, no podemos menos que esperar que el gobierno nacional y el provincial ejerzan la soberanía de todo el territorio con medidas claras y concretas. En nuestro país, un importante porcentaje de tierras se encuentran en manos extranjeras. Decenas de miles de hectáreas en la Patagonia ya pertenecen a grandes magnates o sociedades extranjeras que, con supuestas actitudes filantrópicas, dominan un porción del territorio que incluye cuencas hídricas (ríos y lagos entre otros), biodiversidad y recursos minerales no renovables. Debemos considerar el caso de la empresa Lago Escondido SA, donde se advierte la apropiación privada de las costas de un bien natural de propiedad pública, cuyo acceso ha sido negado a todos los ciudadanos. También es justo decir que se espera, mediante una acción concreta del gobierno provincial, recuperar en los próximos meses este derecho vulnerado, reconocido por la justicia rionegrina.
En otro orden no menos importante, recordamos el caso del aeropuerto privado que se encuentra en la costa rionegrina, dentro de la propiedad privada Bahía Dorada, a orillas del océano atlántico. Una infraestructura capaz de ser usada por aviones de gran porte y que pertenecería a un grupo empresario de origen extranjero ligado al inglés Joe Lewis. El gobierno nacional parece mirar hacia otro lado, como el rionegrino, ante la falta de radares que controlen la actividad aérea que según algunas denuncias, vincularía nuestro continente con las islas Malvinas, usurpadas por el Reino Unido.
Estamos convencidos que la soberanía no se declama, se ejerce con políticas adecuadas.
Diputada Silvina García Larraburu
En este 2 de abril recordamos a nuestros héroes de Malvinas, jóvenes de todo el país que sacrificaron proyectos, ilusiones, y hasta su propia vida por una causa justa como lo es el reclamo de soberanía sobre nuestras Islas. Estos miles de jóvenes, muchos de ellos prácticamente niños, eran conscientes que parte del territorio nacional estaba usurpado y debía recuperarse para constituir a la Nación como tal. Su lucha fue heroica y por eso los revindicamos.
Pero no por eso debemos dejar de reconocer las intenciones de la jerarquía militar en este enfrentamiento. El Gobierno del dictador Galtieri hizo de la guerra la política de Estado que le permitiría extender la permanencia del terrorismo de estado; ante un pueblo que en marzo de 1982 se había levantado para ponerle freno a la peor pesadilla de nuestra historia.
Esta medida desesperada traicionó nuestro histórico, diplomático, y pacífico reclamo ante la comunidad internacional. Como contracara en estos días, el Gobierno Británico está nervioso, porque estamos jugando una partida en dónde desconocen las reglas, no están habituados a la diplomacia y el diálogo. Al Gran Imperio le resulta mucho más cómodo jugar en su cancha, la de las armas. Si se hicieron grandes y dominaron las aguas del planeta, fue gracias a la gran compañía bélica que montaron hace siglos y nunca pararon de perfeccionar. Más aún si enfrente encontraban una dictadura periférica, encabezada por un General vicioso, en el marco de una región que había perdido legitimidad de palabra por dónde se lo mire.
Desde el 2003 el terreno en dónde se dirime la disputa, es otro. La Argentina cambió y marcó diferentes reglas de juego. Volviendo a los orígenes de su línea histórica, de encarar la lucha por la vía diplomática. Pero también intensificando su reclamo y uniendo en él a toda una región ampliamente respaldada por el voto popular. A la Europa que se cae a pedazos, y pierde la hegemonía moral y política que alguna vez supo amalgamar, se le presenta del otro lado del mundo una Latinoamérica unida, que ya no agacha la cabeza ni se deja dominar, y que sobre todas las cosas está dispuesta a rebatir al poder colonial persistente.

22 octubre 2019
Interés General