Por otra parte, es una decisión absolutamente extemporánea, ya que se adopta y se pone en práctica en pleno desarrollo del ciclo lectivo, cuando la mayoría ya ha realizado las compras de la indumentaria que utilizarán este año (guardapolvos, pantalones, camperas, etc.).
Según trascendió, desde el 1º de abril los alumnos deberán vestir buzo (campera y pantalón) color negro, con un logotipo de la institución.
Existen muy variadas opiniones sobre el uso de uniformes en las escuelas, más allá de que sean públicas o privadas, pero lo curioso de esta situación es la escasa difusión, debate y comunicación a las familias de los estudiantes.
Quizás se trate de una medida acertada, aunque sería mejor aún que la acompañe un fundamento que llegue a toda la comunidad educativa.
Algunas personas argumentan que uniformar a los alumnos da una visión hacia afuera y hacia adentro de prolijidad, de escuela organizada. Pero otros se oponen a este concepto. Una escuela no es organizada porque se vea de un mismo color, algunos desorganizan las escuelas con ciertas actitudes como impuntualidades en horarios y entrega de documentación, por ejemplo, perjudicando y retrasando al resto.
Otros aducen que da sentido de pertenencia, pero ello se demuestra con otras actitudes que deben partir del plantel docente y los directivos.
Además, la prolijidad y la higiene no dependen de si se lleva o no uniforme. Se pueden enseñar estos hábitos con la vestimenta habitual de cada individuo y sobre todo con el ejemplo.

26 junio 2025
Patagones