Igualmente la comuna avanzó con la obra, fundamentando que en las más avanzadas ciudades turísticas del mundo las construcciones antiguas se mezclan con las modernas.
No obstante, los vecinos lograron que se quitara del edificio una parte que alojaba un tanque de agua, que obstruía aún más la visibilidad del río Negro.
Más allá de la protesta de la gente, la municipalidad tuvo en cuenta y acató las objeciones de una Comisión Nacional de Edificios Históricos, que tomó conocimiento del asunto y viajó hasta Patagones para interiorizarse.

22 octubre 2019
Interés General