El Gobierno se encuentra en una encrucijada. Avanzar con el Plan Castello en las condiciones actuales e intentar forzar una votación que pueda provocar la fractura de la oposición. El riesgo en este caso se da si el FPV se mantiene unido y no provee los dos votos necesarios. La otra opción es atender las demandas y dejarlos sin argumentos para la negativa. El peligro radica en que esto lleva más tiempo y le brinda al FPV la posibilidad de amalgamar su bloque. Difícil que se ponga a consideración el 24 de mayo como se anunció.  El oficialismo insiste en que llegará, con algunos cambios, sí o sí en esa fecha.  Rapidez y consensos son sus anhelos.

En ese sentido, el martes se reunirán, en la Legislatura, Alejandro Palmieri, Isaías Kremer y un representante del ministerio Obras Públicas, con los presidentes de otras bancadas. El encuentro será abierto al resto de los parlamentarios que deseen participar. La idea es atender ciertos requerimientos. Aspiran a que el Plan ingrese en las comisiones con el beneplácito de los diferentes sectores. Claramente, pretenden demasiado.

Las dudas residen en el fideicomiso donde recalarán las divisas entrantes, la priorización de las obras en caso de que no se consiga la autorización total del crédito. El FPV quiere saber qué avances tienen los proyectos. El anexo Obras, presentado cuando el proyecto de Ley ingresó, reflejó que apenas hay un esbozo. Reclamaran el 10 % para los municipios como “no reintegrable”. El Gobierno se mostrará reacio a dar ese “beneficio” a las grandes ciudades. No tienen deseos de regalar cortes de cinta a Soria, en General Roca, camino al 2019.

La que no llegará al recinto, en la próxima sesión, es la elección del Defensor del Pueblo y su adjunto. La comisión de Labor Parlamentaria realizará entrevistas a los 19 postulantes el 16 y 17 de este mes y hará un recorte. Solo quedarán 10 en carrera para la selección final. El oficialismo insiste en que no tiene “candidatos”. En realidad, es un tema que aún miran de reojo. No habrá caprichos en la designación. Hoy son otras las prioridades y se muestran abiertos a la negociación. Es un juego de encastre lograr los dos tercios.

El FPV tampoco tiene favoritos. Los conducidos por Marinao acordaron entrevistar, en el seno de su bloque, a varios aspirantes. Andrea Galaverna, Cesar Domínguez, Roberto Meschini, Juan Manuel Chironi, Nestor Busso y Miguel Knecht, pondrán empeño para seducir con sus proyectos. Prevalecerán al final las afinidades políticas e ideológicas.

 Finalmente, se institucionalizó como partido político Juntos Somos Río Negro. Dejó de ser un movimiento o coalición conformada por funcionarios, adherentes y vecinalismos de distintas regiones. Ahora es fuerza provincial y comenzará a tener luchas fratricidas como los partidos tradicionales. Será un ámbito más de disputa y discusión para aquellos con ansias de protagonismo. En tiempos cercanos se avizoran contiendas que antes no tenían campo de batalla para librarse.

En la semana hubo intento de convocatoria para la juventud partidaria. La propuesta surgió en Viedma, concretamente de algún despacho de Laprida y Belgrano. Rápidamente los intendentes enrolados en Juntos se activaron, la hicieron abortar. Entienden que debe atenderse su territorialidad.

Los jefes comunales de JSRN proyectan hacerse fuerte adentro del partido. A esa consigna arribaron en la reunión de la semana pasada en El Bolsón.  Estuvieron presentes 10 de los 12 que componen el lote. A la cita faltaron Marcos Pérez y Carlos Johnston. El de Maquinchao con aviso, está plenamente abocado a la campaña en su localidad. El de Catriel no le anticipó a nadie su ausencia. Luego del inesperado porcentaje obtenido en las elecciones  a convencionales constituyentes en su ciudad, se ha recluido y casi no mantiene contacto con sus pares.

El barilochense Gustavo Gennuso emergió como figura, respaldado por el anfitrión, Bruno Pogliano; Daniel Fioretti, de Villa Regina; German Epul, de Cinco Saltos; Gustavo San Roman, de Rio Colorado; y Gustavo Pita, de Contralmirante Cordero. Sabina Costa, de Allen, a quien en mayo de 2016 le habían otorgado la misión de conducir la mesa de intendentes, atrapada por los conflictos que su gestión genera, no pudo capitanear el proceso.

Los que provienen del radicalismo, José Rivas, de Chichinales; Raúl Hermosilla, de Comallo; y Marcos Pérez, de Maquinchao, acompañan añorando el privilegio de los años en los que el partido centenario conducía los destinos de Río Negro. Cierra el lote el ultraperonista, Miguel Petricio, de Mainque, quien se muestra entusiasmado a la espera de recursos.

“Pour la galerie”, se autoconvocaron para expresar nuevamente apoyo al Plan Castello. Cuando los flashes se apagaron, dialogaron sobre otros temas que les preocupan. En lo político, la definición fue darle todo el respaldo a Gennuso para que sea el interlocutor con el Partido. El ingeniero nuclear se enteró por los diarios que había quedado como secretario de Juntos Somos Río Negro. El cargo es el tercero en jerarquía, pero no le gustó que se lo comunicaran a través de la prensa. Alentó a los presentes a trabajar fuertemente en cada ciudad para proyectarse al futuro.

Se concentrarán nuevamente el 11 de mayo en Maquinchao, aprovechando el cierre de campaña en la localidad, 3 días antes de las elecciones a concejales. Confluirán con el Gobernador y el ministro, Luis Di Giacomo. Allí exteriorizarán su fastidio por la intromisión de legisladores y funcionarios en sus pueblos. A la cabeza de la crítica se ubica la parlamentaria Silvia Morales, que realiza actividades y entregas de recursos provinciales en Regina, Chichinales y Mainque, sin avisar a los correspondientes jefes comunales. Si encuentran espacio le insinuarán a Weretilneck la pretensión de tener injerencia en la conformación de la lista a diputados nacionales. Tienen presente que la nómina contiene dos titulares y sus respectivos suplentes. Los más sagaces entienden que siempre es una vidriera para quedar expectante.