Año nuevo, vida nueva. El año que entra tendrá momentos de crisis necesarias e indefectibles en las diferentes fuerzas políticas que ocupan el escenario político rionegrino. Renovaciones, algún lavado de cara y algún que otro retoque se verán hacia la mitad del año y no sin crisis internas en los partidos.

La gobernadora Arabela Carreras quiere un equipo renovado, pero sin hacer más cambios que los que hizo últimamente, que en realidad fue una ampliación de su gabinete. Carreras quiere que este equipo de trabajo tenga continuidad y buscará darle protagonismo a algunos y algunas, todo con miras a las conformaciones de las listas que compitan en 2023.

Al ingreso de José María Apud al gabinete como secretario general, y del cambio de Daniel Sanguinetti que ahora es secretario de Planificación se suma ahora Mercedes Iberó, quien dejará de dar los partes del Covid una vez por semana y será la segunda en Planificación. Su misión será bien visible: tener vínculo con los intendentes de la Provincia en un rol protagónico y de alta exposición. Iberó es número fijo para conformar la lista de legisladores del oficialismo para la renovación de 2023, aunque algunos dentro del Gabinete se animan a decir que con la gran campaña que hizo la médica en la recta final de los comicios de noviembre la ponen en un lugar de mayor expectativa.

Es probable que quien tenga mayor incidencia sea el actual secretario general, Apud, quien hoy aparece como una rueda de auxilio para los movimientos que naturalmente se den en el gabinete.

El peronismo en tanto, antes que una expectativa de candidatos necesita primordialmente establecer la unidad política, la unificación de criterios y la unicidad de discursos. En las últimas semanas desde diferentes sectores internos se pidieron modificaciones estructurales cuando no cambios en la conducción. Por ahora intenta avanzar a una depuración de formas más que de nombres. Un barajar y un dar de nuevo.

Envalentonado por el resultado de las últimas elecciones parlamentarias Juntos por el Cambio tiene hoy la cara de Aníbal Tortoriello, que en una ambulancia más que en un camión, cargó los heridos del radicalismo y sentó bases con el apoyo de importantes operadores del partido centenario de Río Negro.