Río Negro previene y garantiza vigilancia epidemiológica de los envenenamientos por arañas

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El referente del Departamento de Zoonosis del ministerio, Marcos Seleiman, destaca que los envenenamientos provocados por la arañas son prevenibles y tratables, pero a la vez pueden ser potencialmente graves y letales si no son tratados como emergencia médica.

Además, en Río Negro todos los hospitales están capacitados para asistir a las víctimas con esta patología, sólo hay que presentarse a tiempo en el centro de salud más cercano y tomar ciertas precauciones para prevenir complicaciones y evitar secuelas.

En la región, una de las más peligrosas es la araña de rincón (loxosceles laeta) y su mordedura puede producir reacciones graves en el cuerpo. Es pequeña, entre 12 y 30 milímetros, de un color tostado o marrón grisáceo, posee hábitos domiciliarios, prefiere lugares secos y oscuros, puede encontrarse fuera de la vivienda, pero siempre en lugares protegidos de la luz solar directa.

También la viuda negra (latrodectus), capaz de paralizar a su presa, ya que su veneno tiene toxinas que afectan el sistema nervioso. Mide de 8 a 15 milímetros, es de color marrón con manchas anaranjadas, o rojas en el abdomen globoso. Habitan en los alrededores de los hogares o zonas rurales, frecuentemente se encuentran al aire libre. Generalmente no son agresivas y cuando se sienten amenazadas huyen, su picadura suele ser accidental cuando son presionadas.

El período de latencia entre la picadura y la aparición de los signos puede variar en minutos o pocas horas, en la forma cutánea, y hasta 12 o 48 horas en la forma sistémica. Se produce una sensación punzante que muchas veces pasa desapercibida, luego de la cual aparece un dolor urente o quemante acompañado de edema local. En el sitio de la picadura se forma una pápula rodeada de un halo claro, la cual queda bien delimitada en las primeras 24 horas.

Se recomienda para prevenir realizar un aseo cuidadoso y periódico de las viviendas y alrededores, examinar prendas de vestir colgadas de las paredes o en el exterior, el calzado y todo objeto depositado en el suelo que les pueda servir de albergue. Precaución al realizar movimiento de muebles viejos y materiales abandonados en depósitos. Revisar cuadros u otros objetos de escasa movilización, precaución en la remoción de escombros, troncos caídos, piedras, y al introducir las manos en huecos de árboles, paredes u hoyos en el suelo. Especial cuidado al ingresar a las viviendas leña, vegetales o materiales que permanecieron en el exterior por cierto tiempo, a fin de no vehiculizar arañas al interior del domicilio. Al ir a trabajar a zonas rurales usar camisas de mangas largas, botas, o asegurar las botamangas de los pantalones con las medias, y usar guantes si es necesario.

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