Así fue el marcador, 0 a 0 de local pero con el Pincha. En el trámite hay que reconocer que de a ratos Olimpo desnudo intenciones mucho más ambiciosas que hace 1 mes atrás. Y aunque se quedó en intenciones, por momentos parecía que el gol estaba “al caer”, los centros (que ahora sí, se tiran con un poquito de fuerza) al menos entran al área rival, más allá de que siguen encontrando la cabeza de jugadores rivales que rechazan y coartan los planes aurinegros sucesivamente.

     La defensa sigue siendo una de las cinco mejores del país, con sólo diez goles en contra en todo el torneo, y al margen de la lesión del Chino Moiraghi que lo mantuvo fuera de las canchas casi un mes, Furios y compañía acompañan con suficiencia en el fondo, a un Champagne con nivel de equipo grande nacional, como mínimo. El mediocampo cumple, y ahora hasta genera emociones prometedoras cada tanto. Pero arriba, ya no sabemos cómo describir lo que vemos arriba, Klusener no es el Colombiano Valencia (quién iba a pensar que extrañaríamos al cafetero), y los rapiditos como Acosta o Amoroso tienen obligaciones de marca que quizá sean la causa del destape trunco que no llegan a alcanzar, pero ya ni la suerte nos acompaña en ese sector determinante del juego. La pelota que no llegó a chocarse Klusener en la primera mitad sobre la línea y sin arquero, era literalmente más difícil hacerla terminar fuera del arco que adentro; el penalazo al nueve aurinegro que dijo no ver el árbitro Diego Aval en el complemento, manifiesta a las claras el nivel profesional del juez (que no queremos considerar malintencionado), y la poca liga que venimos padeciendo nosotros parece no querer irse. Nos referimos al agravante de la falta de suerte, y no se nos pasa por alto recordar que cuando Diego Osella llevaba 42 minutos sentado en el banco de Olimpo, el DT ya tenía dos contracturados y en el entretiempo dos cambios realizados por obligación, ante las lesiones de Villanueva y Porcari.

     En fin, en la creación y en lo otro, lo defensivo, casi todo igual, como reza el título que elegimos hoy, una leve mejoría, pero el comentario no busca abundar en detalles que no hacen falta para ilustrar una realidad que es palpable con sólo ojear la tabla de posiciones. A un equipo con uno de los mejores planes defensivos, pero que lleva más de 700 minutos sin anotar se le complica mucho para subir peldaños en la tabla.

     Ahora se viene Huracán, el campeón de la Copa Sudamericana pero también un recién ascendido que no debería preocupar más allá de lo ordinario. Será mañana desde las 18:10 en el Tomás Adolfo Ducó y con arbitraje Luis Álvarez, con la particularidad de que se jugará a puertas cerradas, sin público, por la sanción que pesa sobre el equipo de Parque Patricios.

     Para este encuentro el DT, confirmó a estos 11 iniciales: Champagne, Sills, Furios, Moiraghi, Quiroga; Mansilla, Blanco, Cobo; Amoroso, Acosta; y Klusener. Con ellos se conformará el 4-3-3 que intentará torcer el rumbo, meter un gol después de 7 fechas y sumar por primera vez en el torneo de a tres unidades.

     La próxima fecha de local será el sábado 16 de Mayo contra Nueva Chicago, luego visitaremos a Lanús, seremos anfitriones de River y cerraremos la primera etapa contra Independiente en Avellaneda. Allí vendrá el receso por la Copa América. Y luego reanudaremos la participación en el torneo de AFA recibiendo a Aldosivi entre el 10 y el 13 de Julio en el Carminatti.

     Pero vamos por partes, se viene una dura visita al Globo. Aunque no por eso una mala oportunidad para empezar a cambiar la historia. Sin público local ni visitante, son 11 contra 11, y nosotros a hacer fuerza desde atrás de una pantalla, a alentar desde el living con el mate calentito.

     No refresquemos estadísticas porque sería auto dañarnos, contemos desde hace siete días como si fuera un segundo comienzo. Con Osella en el banco, Olimpo le empato a Estudiantes y va por los 3 puntos al Ducó. Por ahora dejémoslo ahí. Vamos a ilusionarnos con repetir el cierre del apertura 2013, cuando veníamos como ahora y 4 victorias en fila nos dejaron a salvo de todo.