Las altas temperaturas y las vacaciones escolares propician la concurrencia de los niños a balnearios de ríos, lagos y del mar; la asistencia a colonias y el uso de piletas públicas y domésticas.

Para evitar accidentes en esos ámbitos, Salud difundió recomendaciones de prevención, como la necesaria presencia de adultos y la enseñanza de natación y el respeto por las señales de peligro.

Asimismo, se hizo hincapié en evitar que los niños jueguen o se sumerjan en aguas no autorizadas, sin presencia de guardavidas o desconocidas.

El cuidado de la piel de bebés y niños en verano también es un aspecto a considerar, teniendo en cuenta que es más susceptible de ser dañada por el sol, lo que puede traducirse en quemaduras o golpes de calor.

El sol

Desde la Coordinación Provincial de Salud Materno Infanto Juvenil, se remarcó la importancia de “comenzar la prevención en los primeros años de vida, ya que los efectos causados por las radiaciones ultravioletas son acumulativos a lo largo de toda la vida.”

Estimaciones sanitarias de nivel mundial indican que en los primeros 20 años de vida una persona recibe aproximadamente el 80% de la radiación de toda su vida.

Por ello, el Ministerio de Salud recomendó “no exponer de manera directa al sol a los menores de un año de edad”, la utilización de fotoprotectores a partir de los seis meses de vida y elegir lugares con sombra. También, el uso de gorros, sombreros y remeras para evitar la incidencia directa de los rayos ultravioleta.

Otra de las recomendaciones está dirigida a evitar infecciones en los oídos, para lo cual “es importante secar bien los oídos después del baño, haciendo inclinar la cabeza de los niños hacia los lados para que el agua salga y utilizando suavemente una toalla.

La lactancia

“Se sabe que la leche materna es el alimento ideal para los niños menores de seis meses en forma exclusiva. Sostenerla hasta los dos años aporta todos los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo sano. Además, es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger al lactante de enfermedades frecuentes como la diarrea tan común en esta época del año”, se sostuvo desde el Departamento de Nutrición del Ministerio de Salud.

La leche materna, además de nutrirlos les aporta líquido, muy necesario para evitar que los niños se deshidraten.

En el caso de los bebés menores de seis meses, se propone “darles la teta a demanda; es decir, con la frecuencia que quiera el niño, tanto de día como de noche. No es necesario darle otros alimentos ni líquidos.”