Rosemberg, mediante una Minuta de Comunicación,  consideró de gran importancia colocar esta denominación al puente, ubicado en un territorio en el que Alfonsín había soñado uno de sus más anhelados proyectos: el traslado de la Capital Federal.

Mencionó Rosemberg en su propuesta:

Raúl Ricardo Alfonsín nació en la localidad bonaerense de Chascomús, el 12 de marzo de 1927, siendo el hijo mayor de seis hermanos del matrimonio de Ana Foulkes y Serafín Alfonsín. Ejerció su primer cargo público a los 27 años en su pueblo natal como Concejal, fue Diputado Provincial y Diputado Nacional, ocupó distintos cargos de la dirigencia partidaria y llegó a la Presidencia de la Nación de la mano de la recuperación democrática, el 30 de Octubre de 1983.

Durante su campaña utilizó en forma reiterada el texto del Preámbulo de la Constitución ,( sancionada hace 130 años) transmitiendo su fervor cívico y su confianza en la democracia que se inauguraba

Tuvo una constante preocupación por la negociación y el diálogo, como parte de su propósito de consolidar la democracia y de promover una cultura política opuesta a la del enfrentamiento y la violencia que había predominado hasta la restauración democrática.

Alfonsín fundó, junto a otras personalidades la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), el 18 de diciembre de 1975, luego apoyó el trabajo que realizó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), también creada por el ex presidente, con el objetivo de investigar las graves, reiteradas y planificadas violaciones a los Derechos Humanos, formó el MERCOSUR, fue impulsor y custodio de la Paz entre países latinoamericanos

Entre logros de Raúl Alfonsín hay uno que nunca nadie puso en discusión: su lucha por los Derechos Humanos y la libertad, causa que abrazó toda la vida, sobre todo en una época donde reinaba el miedo. Ejerció su profesión de abogado para defender a la gente en momentos de proceso militar. En 1982, en medio de la euforia colectiva relacionada a la "recuperación" de las Islas Malvinas, Raúl Alfonsín fue uno de los pocos dirigentes de relevancia nacional que se negó a participar de un acto político realizado en las Islas, el cual convocó a  dirigentes de todo el espectro ideológico. Desde su inicio, consideró a la guerra como una demencial aventura.

Es responsabilidad de la dirigencia política tomar como paradigma, su forma de hacer política, basada en la igualdad de derechos, la justicia y la inclusión. Sus ideas concretadas en actos fueron su legado:  “Democracia es vigencia de la libertad y los derechos pero también existencia de igualdad de oportunidades y distribución equitativa de la riqueza, los beneficios y las cargas sociales: tenemos libertad pero nos falta la igualdad. Tenemos una democracia real, tangible, pero renga e incompleta y, por lo tanto, insatisfactoria: es una democracia que no ha cumplido aún con algunos de sus principios fundamentales, que no ha construido aún un piso sólido que albergue e incluya a los desamparados y Excluidos. Y no ha podido, tampoco aún, a través del tiempo y de distintos gobiernos construir puentes firmes que atraviesen la dramática fractura social provocada por la Aplicación e imposición de modelos socioeconómicos insolidarios y políticas regresivas.”

Por todo esto y por muchos hechos políticos que protagonizaron todos los habitantes argentinos y especialmente los ciudadanos de Viedma y Carmen de Patagones debemos reconocer al Dr. Raúl Alfonsín como el Padre de la Democracia Argentina , y brindarle nuestro mas sincero homenaje, por que fue un ejemplo de político, honesto, humilde, demócrata, amante de la Libertad ; por lo que creemos de gran importancia denominar con su nombre al Puente Ferrocarretero que une a ambas ciudades, ubicado en un territorio en el que había soñado  uno de sus mas anhelados proyectos.