La nueva funcionaria es conciente que los asistentes sociales y operadores comunitarios deberán llevar a cabo una dura tarea de campo para introducirse en los núcleos duros de sectores como Villa del Carmen, Villa Rita, Villa Manzini, Villa Lynch y El Progreso.
En cada uno de estos lugares hay grupos de personas jóvenes –menores y mayores de edad- que pasan gran parte de su tiempo consumiendo bebidas alcohólicas y otras sustancias tóxicas. Además, la gran mayoría de ellos tienen problemas judiciales por haber delinquido.
Sin embargo, quizás lo más difícil sea abordar la problemática familiar de cada uno. En mayor o menor medida, estos individuos están desamparados familiarmente o –lo que es peor- respaldados y protegidos por sus propios allegados.
“Esta tarea deberá tener mucha dedicación y perseverancia de nuestra parte”, admitió Fernández y reconoció que “debemos realizar una revisión de lo que hemos hecho hasta el momento”.
También dijo que “se hizo muchísimo, aunque algunas cosas no se ven. No siempre se llega a todos lados con los recursos humanos y económicos que tenemos”.
Consideró que muchos de los jóvenes en conflicto actualmente eran los que antes, tras terminar sus estudios, iban a trabajar al campo. Sin embargo, al estar en crisis ese sector, no han encontrado otra ocupación. “Ahí es donde tuvimos la gran falencia: no los supimos contener y quedaron a la deriva”, reconoció.

26 junio 2025
Patagones