El sábado por la mañana un dos o tres malvivientes impedían a la gente pasar por el lugar en el que se encontraban sin antes dejar una ‘contribución’. Obviamente estaban bajo los efectos de bebidas alcohólicas u otras sustancias y la ‘diversión’ había comenzado muchas horas antes.
Ese mismo día por la tarde, los vecinos llamaron a la Policía porque otra ‘banda’ se había reunido en un sector del barrio y se preparaban para enfrentarse con otro grupo de las 150 Viviendas, distante a pocas cuadras de allí.
Al llegar, los uniformados pudieron impedir los disturbios, no sin recibir la reprimenda de los jóvenes inadaptados.
Pocas horas después, ya en la madrugada del domingo, los habitantes de El Progreso volvieron a convocar a las fuerzas de seguridad por las molestias ocasionadas por otra ‘reunión’ de personas en una de las esquinas de ese sector de la ciudad.
La llamada fue poco después de las 3 de la mañana del domingo y al arribar los patrulleros fueron atacados a piedrazos. La Policía los dispersó con armas antitumultos e inició una persecución hacia varios de los agresores. Los familiares de uno de ellos salieron en su defensa y lograron que se escabulla. Sin embargo, esa acción fue tan violenta que un hermano del fugitivo –de apellido Bernardi- fue detenido por “resistencia a la autoridad”, aunque recuperó la libertad pocas horas después.

26 junio 2025
Patagones