Para Fimpel, atacar patrulleros no es delincuencia, sino una “cuestión cultural”

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De esta manera el funcionario fundamenta las agresiones que casi todos los fines de semana reciben los patrulleros en ciertos sectores de la ciudad (Villa Rita, Villa del Carmen, Villa Lynch y El Progreso, entre otros), cuando son llamados por los vecinos que denuncian peleas entre ‘barras’, donde se utilizan elementos contundentes y hasta armas de fuego.

Siempre sucede lo mismo: al llegar los móviles policiales las bandas se unen y los atacan, destrozando todo lo que encuentran a su paso.

La mayoría de los participantes de estos episodios, es bien sabido, poseen antecedentes penales y judiciales (hurtos, robos calificados, intentos de homicidio, etc.), con varias entradas a la comisaría local.

Sin embargo, para Fimpel no se trata de delincuencia, sino que es “una cuestión cultural que es muy mala”.

Dijo también que los efectivos policiales salen siempre perdedores de estos enfrentamientos porque “tiene que ver con el número: hay 5 pibes al momento del llamado, pero 40 o 50 cuando llega el móvil policial”.

“No creo que esos 40 que cascotean a los patrulleros sean delincuentes, sino que es una cuestión cultural que es muy mala”, entendió.

Añadió que “la policía debe volver a ganar el respeto de la calle para controlar esto y por eso se ha gestionado la posibilidad de tener a la Gendarmería, más fuerzas y más herramientas”.

No quiso dar fechas: “Es un proceso…las soluciones mágicas y a corto plazo no existen”. 

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