Si bien, lógicamente, se negó a abonar semejante suma, debió realizar una serie de trámites para superar esta descabellada situación.

Este usuario de la empresa de aguas y cloacas de la provincia no es el único caso, aunque sí el más llamativo. Ya son decenas las facturas que superan los $ 1.000.

Un grupo de vecinos de Villa Linch, que encabezan un reclamo ante esta problemática, llevan a cabo una recolección de firmas para luego entregarlas al Defensor del Pueblo de la provincia, Carlos Bonicatto.

Se ubican en diferentes puntos de la ciudad, pero fundamentalmente lo hacen en las puertas de los dos supermercados.

El presidente de la Comisión de Fomento de ese sector de la localidad, Carlos Figueroa, mencionó que además de las exageradas cifras “existe una gran contraste”. Relató que hay usuarios colindantes –con uso del agua muy similar- a los que les llegan montos absolutamente dispares: “Uno recibe menos de $ 100 y el de al lado más de $ 1.000”.

El dirigente sospecha que ABSA ni siquiera realiza la lectura de los medidores, ya que se advierte claramente que muchos de estos artefactos hace largo tiempo que están cubiertos de tierra, por lo tanto, no han sido observados.

Figueroa sostuvo que las personas que han recibido estas facturas pueden dirigirse a la sede de esa Comisión (Luis Py 172), donde les entregarán una nota que luego deberán llevar a Aguas Bonaerenses.

Gestiones

Mientras tanto, el intendente Jabier Garcés, dijo hoy en FM DE LA COSTA –desde La Plata- que realiza gestiones para que funcionarios del organismo de control (OCABA) concurran a Patagones para solucionar esta problemática.

No obstante, mencionó que tiene pensado reunirse con funcionarios de la empresa prestadora del servicio en el corto plazo.