Esta mañana el gobierno comunal dio a conocer la respuesta a la contrapropuesta que presentara ATE la semana pasada. A través de la misma ofreció una serie de alternativas, aunque exige un inmediato levantamiento de las medidas de fuerza.
El Ejecutivo, en primera instancia, propuso renovar los 16 contratos de planta temporaria que vencen el 30 de septiembre próximo.
Asimismo, ante la incertidumbre respecto de los recursos que serán destinados al presupuesto 2013, no se considerará la carrera para dicho presupuesto, pero sí nos avocaremos para mejorar la calidad laboral de los trabajadores hospitalarios
Con relación al pase a planta permanente de los trabajadores temporarios, tal lo acordado con el Asociación Sindical de Empleados Municipales de Patagones el 30 de diciembre de 2011, se incorporarán quienes hayan ingresado en los años 2007 y 2008 en todas las reparticiones.
También se procederá al pago del SIDISS del mes de agosto pasado de manera completa.
Respecto de la suma no remunerativa de $ 140 que se solicita su pase al básico con los haberes del mes de octubre, el Ejecutivo propuso pasar sólo $30. Los $110 restantes se incluirán en el presupuesto 2013. En cuanto a los otros $80, se analizará la viabilidad de su inclusión en el presupuesto 2013.
En el mismo orden se formará una mesa de diálogo para analizar una recomposición salarial 2013 con los dos sindicatos (ATE y Asociación Sindical de Empleados Municipales de Patagones).
Sin embargo, para dar cumplimiento a esos puntos, los trabajadores deberán comprometerse a finalizar todas las medidas de fuerza, retirar la cartelería del hospital y realizar las próximas asambleas en el sector destinado al futuro lavadero.

La relación con ATE

Evidentemente el intendente Jabier Garcés no tiene intenciones de ceder ante las exigencias de los hospitalarios y -mucho menos- de los dirigentes de ATE, con quienes la relación no es buena. Al funcionario lo ayuda que los maragatos, hasta el momento, no han hecho escuchar de manera masiva sus quejas por la medida de fuerza, lo que les imposibilita acudir a cualquier tipo de práctica hospitalaria programada.
En ese sentido cabe destacar que quienes poseen obras sociales pueden recurrir a un centro privado o a otros consultorios, mientras que el resto de los vecinos son llevados al hospital de Viedma.
También es oportuno recordar que por una situación crítica sanitaria similar a principios de la década del 2000 el intendente Ricardo Curetti fue vapuleado públicamente por los ciudadanos y debió reemplazar en varias oportunidades a las autoridades del nosocomio.