El cuerpo deliberativo tenía en el Orden del Día un proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, cuyo fin es que esa arteria tenga un solo sentido y –por lo tanto- deje de ser doble mano.
Se trata de la principal calle de ingreso y egreso de la ciudad, que une el puente Basilio Villarino con el centro. El ancho de la misma permite la circulación de vehículos en ambos sentidos y estacionamientos en las dos veredas, lo que hace difícil el sobrepaso.
Si bien el flujo de tránsito se alivió luego de impedir la circulación de transporte pesado, los ediles –en acuerdo con la Cámara de Comercio local- consideraron que la situación se complicará una vez que sea cerrado el puente ferrocarretero para las refacciones que durarán alrededor de 18 meses. Ello hará que el otro puente (Villarino) sea mucho más utilizado, al que se llega –en gran proporción de rodados- por la calle en cuestión.
Sin embargo, los comerciantes de esta arteria consideran que las ventas bajarán alrededor de un 20% al circular menos gente por allí.
Al enterarse del tratamiento del proyecto, juntaron unas 40 firmas y concurrieron al Concejo para dar a conocer su oposición e informar que no fueron consultados por la Cámara.
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