La periodista Florencia —radicada en Buenos Aires y especializada en investigaciones vinculadas a violencia de género y delitos sexuales— brindó su testimonio sobre el caso de abuso que involucra a un referente del Centro Cristiano Viedma, recientemente condenado a tres años de prisión en ejecución condicional por un hecho ocurrido hace dos años. La profesional tomó contacto con la familia y con la víctima, una adolescente que al momento del abuso tenía 15 años, y decidió avanzar en la reconstrucción del caso tras considerar “alarmantes” los datos que surgieron del expediente y del relato directo de la joven.

El condenado, identificado en la sentencia como Gustavo Daniel Sisterna, integraba el liderazgo musical de la congregación y es yerno del pastor principal, Raúl Díaz. Según detalló Florencia, ese vínculo interno dentro de la iglesia y la posición de autoridad del imputado generaron un contexto de particular vulnerabilidad para la víctima, quien además participaba activamente en las actividades religiosas.

La periodista reconstruyó que, antes de que la familia tomara conocimiento de lo ocurrido, la adolescente fue citada en las instalaciones de la iglesia y se encontró sentada frente a cuatro adultos: el abusador, su esposa y otros referentes de la congregación. En esa reunión —relató— intentaron persuadir a la joven para que no realizara la denuncia, apelando a su fe y sosteniendo que “no era necesario acudir a la Justicia”. También, según el testimonio recopilado, se buscó relativizar el abuso y presentarlo como un “acto de infidelidad”, pese a la diferencia de edad y a la condición de minoridad.

El encuentro, narró Florencia, tuvo un fuerte impacto emocional en la adolescente, que fue además inducida a pedir disculpas. Recién tiempo después logró hablar con su familia, que acompañó el proceso judicial. El acusado terminó reconociendo el hecho, lo que derivó en la pena condicional acordada entre la fiscalía y la defensa.

Sin embargo, la periodista sostuvo que la situación sigue generando preocupación en el entorno de la víctima. Señaló que Sisterna continúa participando activamente de la vida interna del Centro Cristiano Viedma, incluso en roles de exposición pública, pese a figurar en el Registro Provincial de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual (Re.Pro.Co.In.S). Durante una intervención en otro medio, dijo, recibió imágenes que mostraban al hombre en el púlpito durante una transmisión en vivo de la iglesia.

Florencia remarcó que la familia desconoce si el condenado está cumpliendo con las obligaciones fijadas por la sentencia: mantener domicilio, someterse al seguimiento del Instituto de Asistencia de Presos y Liberados, realizar tratamiento psicológico y respetar la prohibición de acercamiento a la víctima. Indicó también que la adolescente elevó consultas a la justicia sin obtener hasta el momento respuestas claras sobre esos controles.

La periodista mencionó además que dentro del testimonio surgió la posible responsabilidad de autoridades religiosas por no haber comunicado inmediatamente a la familia lo ocurrido y por su participación en la reunión que buscó desactivar la denuncia.

Desde su experiencia profesional, Florencia planteó que hechos como este exigen mecanismos de protección más firmes y una revisión de los criterios judiciales que, en su opinión, terminan generando fallos “muy favorables al abusador” en distintos puntos del país. Subrayó que la principal preocupación de la víctima y de su entorno es alertar a la comunidad y evitar que otras personas menores de edad se vean expuestas.

“Esto es una alarma para la población”, afirmó, al tiempo que pidió especial atención sobre el funcionamiento interno del Centro Cristiano Viedma y el rol de sus líderes. También destacó la necesidad de garantizar acompañamiento, información adecuada y transparencia institucional para las víctimas, especialmente en causas atravesadas por relaciones de poder y dependencia emocional o espiritual.

La familia evalúa avanzar con nuevas presentaciones judiciales para que se determinen eventuales responsabilidades y se dé cumplimiento efectivo a las condiciones impuestas por la sentencia.