El Ministerio Público Fiscal solicitó y obtuvo la aplicación de medidas
cautelares contra un hombre acusado de distribuir material de abuso sexual
infantil. Además, el juez de Garantías autorizó la apertura de los dispositivos
electrónicos secuestrados durante el allanamiento realizado en su vivienda.
Durante la audiencia, celebrada este viernes, el magistrado dio lugar al
pedido de la Fiscalía, con adhesión de la querella, y dispuso medidas de
protección por un período de seis meses, correspondiente a la etapa de
investigación penal preparatoria.
Entre las resoluciones, se estableció la prohibición de acercamiento del
acusado a menos de 100 metros de las denunciantes, así como de sus domicilios y
lugares de trabajo. También se ordenó la prohibición total de contacto por
cualquier medio —digital, analógico o a través de terceras personas—, dado que
el imputado habría utilizado redes sociales para comunicarse con las víctimas.
Las medidas buscan resguardar a un total de 16 mujeres que presentaron
denuncias, aunque la investigación permitió identificar cerca de 60 posibles
víctimas. Según informó la Fiscalía, la causa se originó en octubre de este
año, tras la presentación de denuncias por parte de un grupo de mujeres que
detectó un canal de Telegram donde se comercializaban imágenes sexuales,
algunas correspondientes a personas menores de edad.
De acuerdo con la acusación, el imputado no solo formaba parte del grupo
sino que, además, era quien recibía los pagos por la compraventa de material, a
través de una cuenta de Mercado Pago. Las imágenes habrían sido obtenidas
mediante maniobras de extorsión y acceso indebido a teléfonos o correos
electrónicos.
El juez también autorizó la apertura de los dispositivos electrónicos
secuestrados, con la limitación temporal de analizar contenido generado a
partir de octubre de 2025, aunque no descartó futuras ampliaciones. En total,
se incautaron cinco computadoras, dos teléfonos celulares, un pendrive y varios
discos ópticos, los cuales fueron remitidos a peritajes especializados a cargo
de la Oficina de Investigación en Tecnología y Evidencia Digital (OITEL).
Durante la audiencia, la representante de la querella señaló que la
violencia digital constituye una forma de violencia de género, con efectos
psicológicos y sociales profundos en las víctimas, ya que se vincula
directamente con la violencia sexual. En ese sentido, enfatizó que este tipo de
delitos “cosifican a las mujeres, transformándolas en objetos de placer para
otros”, al adherir a los planteos formulados por la Fiscalía.

5 diciembre 2025
Judiciales