Machado: “Mi primo no sabe la tabla del dos, es el chofer de Villaverde”

El empresario detenido negó las acusaciones de narcotráfico. Dijo que no conoce a Soria y que se reunió con Weretilneck por inversiones de un amigo. Horacio Massaccesi recordó cómo lo conoció.

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Horas después de que la Corte Suprema de Justicia confirmara su extradición a los Estados Unidos, y antes de ser trasladado a la sede de la Policía Federal en Viedma, Federico “Fred” Machado habló desde su casa ribereña, a veinte kilómetros de la capital provincial, el empresario con varios medios nacionales y volvió a defenderse de las acusaciones de narcotráfico. Pero, además, dejó una serie de declaraciones explosivas que volvieron a sacudir el tablero político rionegrino. Actualmente permanece bajo fuerte custodia policial en sede de la Federal. (foto)

Machado, que asegura ser víctima de una “persecución internacional”, volvió a negar los vínculos con el narcotráfico que le atribuyen los tribunales estadounidenses. “Lo del narco es todo cuento. No soy narco, mantengo mi inocencia hasta el final”, dijo. Y entre frases irónicas y descalificaciones, se refirió a varios nombres propios de la política y los negocios de Río Negro.

Sobre su primo, Claudio Ciccarelli —quien figura como socio en empresas mineras con actividad en la provincia—, Machado fue tajante: “Es un pibe que no sabe la tabla del dos. ¿Apoderado mío de qué? ¿De mis perros?”. Luego agregó: “Mi primo es el chofer, el que le hace los mandados a Villaverde”, en referencia a la diputada rionegrina Lorena Villaverde, a quien también apuntó.

“A Villaverde la conocí, me contó que había tenido un problema en Estados Unidos en su juventud, que la habían detenido con cocaína. Me dijo que fue por un novio que tenía, le creí pero no me dio una explicación clara”, relató Machado. “De la noche a la mañana se creyó Margaret Thatcher”, ironizó.

El empresario también habló de su relación con el gobernador Alberto Weretilneck. Dijo que lo vio una sola vez, en una reunión a la que llegó acompañado de un supuesto inversor, Javier Naselli —ex pareja de Victoria Xipolitakis—, vinculado a la firma UBS Investment. Según Machado, el encuentro fue en la Casa de Gobierno de Viedma y se trató de una conversación “como las que tiene cualquier gobernador cuando recibe gente interesada en invertir”. No dio detalles del proyecto, pero lo presentó como parte de un “plan de préstamos de inversión bancaria”.

Las referencias a la política local no terminaron allí. En otro pasaje de la entrevista, Machado dijo que el diputado nacional Martín "Soria que habla de mí, pero yo no lo conozco,  es un delincuente, toda su familia vivió de la política”, dijo, en tono desafiante.

También recordó, entre risas, un episodio ocurrido años atrás con la camioneta blindada en la que se movía el economista José Luis Espert cuando denunció haber sufrido un atentado. “Mi primo cambiaba cebolla por una vaca, la vaca por una camioneta, y con esa camioneta blindada Espert dijo que le tiraron dos piedras y se bajó como si fuera JF Kennedy”, ironizó.


Horacio Massaccesi: “Machado fue un empresario exitoso, pero ahora debe rendir cuentas”

El exgobernador Horacio Massaccesi también habló sobre Machado, luego de que su nombre apareciera vinculado a una supuesta gestión ante la Corte Suprema para frenar la extradición. En declaraciones en medios, recordó cómo conoció al empresario a partir de una situación de salud familiar de la que participó la madre de Machado, a quien le estuvo eternamente agradecido. “Supe de él cuando fundamos un diario en Viedma. Me contaron que un empresario rionegrino que le iba bien en la Florida había comprado un avión en un remate de la Fuerza Aérea de Malasia. Lo ubiqué, lo entrevisté por teléfono, y ahí conocí a Fred Machado. Fue una de las notas más importantes del diario”.

Massaccesi aseguró que Machado “era un empresario conocido en el ambiente aeronáutico” y que “vendió al menos cincuenta aviones en el país”. Sin embargo, señaló que su situación judicial cambió cuando comenzó a operar en Guatemala y se vinculó con negocios mineros: “Ahí es donde la DEA y la justicia de Dallas pusieron los ojos sobre él”.

Aunque se mostró cauto respecto de su inocencia, el exmandatario afirmó que el caso merece un análisis: “Un narcotraficante no anda con 1500 dólares en el aeropuerto de Neuquén ni pasa cuatro años sin custodia. Pero hay una extradición en curso, y él tendrá que rendir cuentas ante la justicia norteamericana”.

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