En una entrevista realizada por el periodista Jorge Olivero, el reconocido abogado porteño Juan Pablo Merlo, quien ha intervenido en causas de alto impacto nacional y representado a figuras de la farándula, cuestionó con dureza al Poder Judicial de Río Negro en el caso de Esther Liliana Padilla Ibáñez, la conductora condenada por el accidente vial en el que murieron dos hermanos y su abuela de la familia Andrade.

“Si Padilla hubiese tenido 100.000 dólares estaría hoy en libertad. Pero como es humilde y no los tenía, está presa”, sostuvo Merlo. “Cuando la gente no tiene plata, queda detenida. Si sos pobre terminás preso y no podés salir. Eso es muy grave, porque pareciera que si tenés dinero la Justicia te trata distinto”, agregó.

El letrado presentó un recurso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, tras el rechazo del Superior Tribunal de Justicia rionegrino a la queja presentada. Mientras tanto, Padilla permanece detenida desde hace más de un año y medio cumpliendo una condena a cinco años y nueve meses de prisión.

Merlo insistió en que se trata de un accidente de tránsito y no de un hecho doloso: “Padilla no tenía antecedentes, nunca quiso dañar a nadie, fue un accidente gravísimo que nadie niega, pero distinto es cuando alguien mata a propósito. Sin embargo, la tratan como si fuera el peor criminal”.

En la entrevista, el abogado también cuestionó la influencia de factores políticos en la resolución del caso, haciendo referencia a su contraparte, el abogado Damián Torres, quien representó a la familia Andrade y fue mencionado como posible candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza en Río Negro, aunque finalmente no fue incluido en las listas de la fuerza que lidera Javier Milei. “Cuando está la cola de la política es difícil revertir las decisiones judiciales”, advirtió Merlo.

Asimismo, señaló que el sistema judicial rionegrino, si bien es rápido y transparente en algunos aspectos, tiene una falla estructural: “La gente humilde siempre queda presa. Eso es injusto, porque todos deberíamos ser iguales ante la ley”.

Finalmente, comparó el trato recibido por su defendida con el de otros acusados: “A Padilla siempre la llevan esposada como si fuera la peor delincuente. Sin embargo, a un excomisario acusado lo vimos entrar al juicio sin esposas. Hay diferencias que no deberían existir”.