Este miércoles concluyó en Viedma el juicio oral y público contra un hombre acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado en perjuicio de una adolescente, hija de su entonces pareja. Con la jornada de alegatos, el Ministerio Público y la defensa de menores dieron por finalizada su intervención, solicitando al tribunal que se declare al imputado penalmente responsable. El veredicto será leído el próximo lunes 11 de agosto a las 8:30 horas.
Durante su exposición, la fiscal del caso sostuvo que la acusación “quedó absolutamente demostrada” a través de diversos elementos probatorios. Destacó especialmente el testimonio de la víctima, a quien describió como clara, coherente y detallada al relatar los abusos sufridos durante años por parte del hombre, quien ocupó el rol de figura paterna en su vida. Rechazó categóricamente los argumentos de la defensa, que planteó la falsedad del relato.
La representante del Ministerio Público valoró el rol de la escuela como espacio de confianza en el que, en octubre del año pasado, la adolescente pudo manifestar por primera vez lo que vivía. El equipo docente, señaló, actuó de inmediato, realizó la denuncia y acompañó a la víctima a la defensoría de menores, instancia en la que se diagramó la estrategia judicial con foco en su protección y en la de sus hermanos menores.
En su alegato, también repasó los testimonios presentados por peritos forenses y solicitó al tribunal que se declare la responsabilidad penal del imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de guarda y la convivencia preexistente con la víctima.
A su turno, el defensor oficial de niños, niñas y adolescentes remarcó la relación de confianza y dependencia entre la víctima y el acusado, especialmente durante las ausencias de la madre. Resaltó la contundencia del testimonio brindado en Cámara Gesell, en el que la joven expresó su preocupación por sus hermanos menores antes que por ella misma. Según explicó, ese gesto evidencia el daño emocional profundo y el impacto de los hechos denunciados.
El defensor también valoró el acompañamiento recibido por parte de la escuela y el entorno cercano de la víctima, incluyendo a sus amigas, quienes también prestaron testimonio en Cámara Gesell. Además, mencionó la existencia de sintomatología compatible con estrés postraumático como prueba clínica del sufrimiento experimentado.
La defensa particular del imputado mantuvo su postura de inocencia y cuestionó la verosimilitud del único testimonio existente, solicitando en forma subsidiaria que, en caso de condena, se considere una calificación legal menor: abuso sexual simple agravado por la guarda.
El caso fue evaluado por un tribunal colegiado, que dará a conocer su decisión el próximo lunes. El juicio se desarrolló a lo largo de tres jornadas, en las que se escucharon a testigos, peritos y a las partes intervinientes. La causa ha generado especial atención por las implicancias del rol protector incumplido por parte del acusado y la articulación institucional que permitió la intervención y el acompañamiento de la víctima.

5 diciembre 2025
Judiciales