El bicho

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El coronavirus explotó por todos lados. El país, las provincias y los municipios están espantados por una situación límite y que tuvo dos cifras nunca antes alcanzadas en Río Negro y en Viedma desde el inicio de la pandemia en 2020. Hoy el mundo está conmovido por este rebrote y, salvo excepciones, todos los países están centrados en pelear contra el virus. La diferencia estará en qué haremos nosotros al respecto, eso incluye, no solo a las autoridades sino también, y más bien, a los ciudadanos.

El jueves el presidente Alberto Fernández tomó en soledad la decisión de restringir por 9 días el país lo más que se pueda. Haber escuchado a los gobernadores,  pero no haberles adelantado las decisiones que tomaría, generó cierto malestar entre algunos mandatarios. Si bien la mayoría decidió acatar las disposiciones nacionales, hubo algunos que cuestionaron al Presidente.

Fernández quería que los mandatarios compartieran con él su mismo parecer respecto de las medidas a adoptar. En otras palabras no quería pagar el costo político en soledad, al entender que las medidas restrictivas resultarían cuanto menos antipáticas.

El DNU del Presidente se conoció apenas unas horas antes de ponerse en vigencia. En Río Negro algunos criticaron puertas adentro y otros lo hicieron públicamente, como el intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, quien dijo que el retraso era “una falta de respeto”.

En línea con la Nación, Río Negro trasladó las mismas medidas al territorio y la Gobernadora Arabela Carreras les dejó claro a los intendentes e intendentas dos cosas: que las disposiciones son obligatorias y son nacionales. De ese modo evitó cualquier tipo de refutación. La oposición del Frente de Todos no iba a ir en contra de una decisión del gobierno nacional y los intendentes de Juntos Somos Río Negro tampoco iban a cuestionar una decisión que pasó por Laprida 212. Así quedó desactivada cualquier movilización o llamado a no cumplir con las medidas adoptadas que habían querido cobrar fuerzas en el Alto Valle.

En Viedma y Patagones, una veintena de autos  protestaron en caravana pidiendo la apertura de comercios no esenciales. La convocatoria no tuvo demasiada adhesión, sin embargo es solo un ejemplo de la discordancia de criterios que existen en el país sobre cómo afrontar la pandemia.

Río Negro no tuvo mucha opción frente al gobierno nacional. Tuvo que acatar porque la cantidad de casos de Covid genera marcas que en el casi año y medio de pandemia no se habían registrado. Viedma, la otrora ciudad lejana del Covid terminó con picos de más de 130 contagios esta semana y ya suma con Carmen de Patagones más de mil casos activos.

Ayer el Poder Judicial en acordada del STJ fijó un receso hasta fin de mes y solo se atenderán urgencias. La Administración Central, el corazón del gobierno, seguirá con organismos abiertos y empleados que pudiendo cumplir funciones en sus hogares se expondrán al virus.

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