La Cámara Civil de Roca protagonizó esta semana un insólito episodio que mezcla derecho, tecnología y un poco de realismo mágico jurídico: en plena apelación de una causa civil, aparecieron 26 fallos inexistentes, presumiblemente redactados con inteligencia artificial. El hallazgo terminó con los abogados notificados al tribunal de ética, sin honorarios y con un severo tirón de orejas.
Las “citas fantasma” fueron detectadas en escritos presentados por los letrados del cliente y de la concesionaria DMX2 S.A., representante oficial de Peugeot. En total, se encontraron 20 fallos inventados en un escrito y 6 en otro. Tras revisar la Biblioteca Judicial y los registros del Superior Tribunal, los jueces confirmaron que esos precedentes nunca existieron. Ni en Roca, ni en Viedma, ni en ninguna galaxia conocida.
Ante el pedido de explicaciones, un abogado dijo que todo había sido un “error de pluma”. El otro aseguró que el problema fue al consultar la revista doctrinaria y pidió que las citas se consideraran retiradas. La Cámara fue tajante: “Aunque no lo reconozcan, probablemente usaron inteligencia artificial. Y si no, sería aún peor, porque significaría que directamente inventaron jurisprudencia a mano”.
“El uso de chatbots puede ayudar en el trabajo diario”, admitieron los jueces. Pero aclararon que las IA tienen un problemita: a veces “alucinan” y generan fallos que jamás existieron. Por eso remarcaron que las nuevas tecnologías requieren control humano, verificación responsable y respeto por las normas éticas de la profesión.
El castigo no fue una sanción formal, pero sí un golpe al bolsillo y al prestigio: los abogados quedaron sin honorarios en la instancia y sus nombres volaron directo al tribunal de ética del Colegio de Abogados de Roca.
Mientras tanto, el cliente —un aficionado a los autos deportivos— había demandado a Peugeot y su concesionaria por un cero kilómetro que venía con severos problemas. La Justicia, en primera instancia, le dio la razón: ordenó devolverle la plata, más indemnizaciones y daños punitivos. La Cámara confirmó casi todo, salvo un ajuste en el monto del daño moral.
El debate de fondo, sin embargo, quedó instalado: ¿qué pasa cuando la inteligencia artificial se mete en los tribunales sin control? En Río Negro ya existe un protocolo judicial sobre el uso de IA, pero rige solo para el Poder Judicial. Los abogados particulares, por ahora, navegan sin brújula. Y a veces, como se vio en este caso, terminan con 26 precedentes inventados, cero honorarios y la lección más cara de su vida profesional.

5 diciembre 2025
Judiciales