Un tribunal de Cipolletti condenó a un hombre a once años de
prisión por delitos de abuso sexual en perjuicio de sus dos nietas, menores de
edad. La sentencia fue emitida en un juicio oral, donde se consideraron
diversas pruebas, incluyendo testimonios, pericias psicológicas y declaraciones
de las víctimas en cámara Gesell, lo que permitió establecer la responsabilidad
penal del acusado en tres de los hechos imputados.
Los abusos ocurrieron en la vivienda del condenado, donde
las menores, que tenían entre ocho y diez años en el momento de los hechos,
estaban bajo su cuidado. Según los testimonios presentados durante el juicio,
el abuelo utilizó su relación familiar para someter a las niñas a situaciones
de abuso a lo largo de varios años. La fiscalía y la querella argumentaron que
los actos abusivos fueron progresivos y se llevaron a cabo en un contexto de
manipulación y engaño, lo que garantizó el silencio de las víctimas.
El tribunal, compuesto por una jueza y dos jueces, consideró
que la cercanía familiar entre el acusado y las víctimas constituía un
agravante en la calificación de los delitos. La sentencia incluyó los delitos
de abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal, ambos agravados por el
vínculo familiar y la convivencia. Además, el tribunal halló al acusado
responsable del delito de corrupción de menores, en concurso ideal con los
abusos.
Durante el proceso judicial, se presentaron informes
psicológicos que evidenciaron las secuelas emocionales en las víctimas, lo que
reforzó la gravedad de los actos cometidos. Asimismo, se demostró que el
acusado ejerció control sobre las menores mediante amenazas y promesas
relacionadas con su bienestar familiar, lo que contribuyó a mantener el
silencio de las víctimas durante un período prolongado.
La defensa del acusado intentó cuestionar la credibilidad de
los relatos de las niñas, señalando contradicciones en sus testimonios y
poniendo en duda la precisión de las fechas de los hechos. Sin embargo, el
tribunal desestimó estos argumentos, afirmando que las declaraciones de las
víctimas eran consistentes y estaban respaldadas por otros elementos
probatorios que corroboraban su veracidad.
Hasta que la sentencia se vuelva firme, se impusieron
medidas cautelares al imputado, que incluyen la prohibición de acercarse y
contactar a las víctimas, así como la restricción de salida del país y la
colocación de un dispositivo electrónico para monitorear su ubicación. La
decisión del tribunal destaca la importancia de la protección de los derechos
de las víctimas y la necesidad de abordar con seriedad los delitos de abuso
sexual, especialmente cuando involucran a menores.

5 diciembre 2025
Judiciales