Coronavirus y todo lo demás

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El coronavirus se mezcla con la nueva normalidad en Río Negro. La política, la economía, la discusión salarial, las políticas habitacionales del municipio viedmense, las confrontaciones políticas entre partidos y también la vida interna de éstos, y más, está mezclado, añadido al Covid-19.

Entonces a la llamada “nueva normalidad” hay que pensarla como si fuera una realidad compuesta, donde por cada tema central viene añadido el del coronavirus. Pero también ocurre que el Covid es una realidad en sí misma, y muy preocupante, por cierto.

 

Coronavirus

La cantidad de casos estuvo ayer cerca de los 500 contagiados en Río Negro. Una realidad muy preocupante y que llevó al gobierno nacional en los últimos días a poner el ojo aquí y en otras provincias donde también la cantidad de casos desborda.

Inicialmente el virus estaba circunscripto en AMBA hasta que se trasladó a las provincias, que a su vez no habían tenido cantidades alarmantes de contagios y por eso en un momento flexibilizaron los accesos. La cuarentena en el interior del país cansó porque además no presentaba, en apariencia, una cadena de contagios como la que podía presentar la Ciudad de Buenos Aires o el conurbano provincial bonaerense, que tenían una gran velocidad en la transmisibilidad de la enfermedad.

En AMBA soportaron el embate, testearon mucho más y lograron bajar la tasa de letalidad y achatar la curva. Pero la cantidad de contagiados y muertos que por regla se estima según la curva la están poniendo las provincias, que a su vez están no tan bien preparadas como la zona AMBA y además sufre la dispersión por amplitud geográfica, como le sucedió a Río Negro.

En Río Negro el Ministerio de Salud no se asumió como rector de todo lo que debería haberse hecho y así se dividieron decisiones: con intendentes que trabajaron muchísimo, pusieron la mejor voluntad e incluso crearon comités de crisis, pero que no tienen la formación médica para poder llevar adelante una organización sólida y uniforme sobre la problemática. Al dividir fuerzas perdió el sistema de salud.

Hay un problema también con los valores de los insumos. Los medicamentos para sedar a un paciente y los de terapia intensiva hicieron que cada estancia de un paciente en terapia intensiva cueste el doble de lo que costaba hasta mediados de año, lo cual hace peligrar la sustentabilidad del sistema hacia fin de año.

Política

El coronavirus fuerza también situaciones, declaraciones y confrontaciones. Pasó casi inadvertido en esta parte de Río Negro, pero hay una confrontación irrelevante e innecesaria, pero ciertamente dañina, entre rionegrinos que forman parte del oficialismo nacional. La discusión por las tomas en la zona Andina dividió aguas entre la titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) Magdalena Odarda y la senadora Silvina García Larraburu se hizo pública por fin, ya que las diferencias con la ex ARI nunca fue del todo afín y la ex socia política de Lilita Carrió se ha mantenido estoica, pero sin demasiados lazos con la nueva conducción del peronismo rionegrino.

Del lado del oficialismo provincial también se cuecen habas. Hace unos días sorprendió la gobernadora, Arabela Carreras, al decir que no estaba en su voluntad repetir un mandato en la gobernación. Lo dijo cuando pasaron recién 10 meses desde que asumió la administración provincial.

Su declaración puede tomarse de dos maneras: como un llamado a fumar definitivamente la pipa de la paz con el sector de Alberto Weretilneck o directamente un renunciamiento a una reelección. Nadie lo sabe, la política es impredecible y los actos se suceden conforme se obre de determinada manera y ocurran otros hechos en simultáneo. No puede tomarse la declaración de Carreras como definitiva, si hasta basta con recordar que alguna vez Alberto Weretilneck anunció entre bombos y cánticos que se afiliaría al peronismo. Por supuesto que eso nunca ocurrió, pero había sido inminente, al menos para el resto.

No obstante, y teniendo en cuenta diversos factores como los económicos, sanitarios y hasta políticos que imperan en Río Negro no conforman el mejor presente para la Gobernadora. Pero ciertamente puede ser un punto de inflexión para el futuro.

 

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