Aunque no parezca resta apenas una semana para la elección. El clima electoral no se alcanzó a instalar. Las principales fuerzas recalan en las urnas aferradas a la ilusión. El FPV ofrece el candidato con mayor nivel de conocimiento. JSRN confía en el traslado de adhesiones del caído líder. La polarizada colisión rionegrina está asegurada. Cambiemos arriba a los comicios sumido en sus tribulaciones. Las otras 4 fuerza ofician  de partenaire de la contienda.

Vamos rumbo a una elección con final abierto. El FPV detenta al único plantado en todo el territorio. Hace años los rionegrinos conocen las pretensiones del intendente de General Roca. Está emplazada la percepción de su buena gestión más allá de los límites del ejido municipal. JSRN se hace presente con los tentáculos del Estado en cada rincón. Carreras es desconocida por el electorado. La “natural” postulación la convierte en potencial delegada del actual mandamás.

En la semana advertida de su endeblez manifestó que en caso de ser elegida renovaría el gabinete para conformar un equipo con propia impronta. El malestar se alojó en los funcionarios. Se trasladó a Bariloche para desarrollar diversas actividades. Al final de cuentas se quedó con el 1 por ser de aquella ciudad. El oficialismo teme lo peor, viene de sacar 12% de los votos en 2017. El Gobierno tiene cuentas pendientes con el principal electorado. Entre otras cuestiones nunca explicó el asesinato del policía Lucas Muñoz. Postular a una vecina quizás no alcance para enmendarlo.

En cuatro de las últimas cinco elecciones provinciales quien ganó en Bariloche se ubicó en el sillón principal de Laprida y Belgrano. Salvo la victoria de Pichetto a Saiz en el 2007, en el resto de los turnos la ciudad andina bendijo al futuro mandatario. No es condición sine qua non pero el 25% de los electores residen entre “el Alto” y la vera del Nahuel Huapi.

Esta disputa asoma con final abierto pero con marcadas tendencias territoriales. El derrame de la buena imagen de Martín Soria desde General Roca hacia los circuitos capitaneados por Villa Regina y por Choele Choel será clave. El anclaje del oficialismo en el este rionegrino y el alto valle Oeste son notorios. En el juego de tachar bastiones la siempre fluctuante ciudad andina dejará estampada su impronta.

Martín Soria cuenta con la afincada percepción de buena gestión más allá de los límites del ejido municipal. Llega sin “deberle nada a nadie”, no se divisan compromisos con sectores empresariales. Ese mérito en la campaña se visualizó como déficit por la escasez de recursos. La siempre demandada honestidad en la política se transforma rápidamente en crítica por parte de los mismos actores que levantan la vara de la moral.

Trabajó para posicionarse en el amplio abanico de votantes silenciosos. El próximo domingo confirmará si la incorporación de Magdalena Odarda captó a esos ciudadanos comprometidos con cuestiones sectoriales como el medio ambiente. El progresismo pocas veces anticipa su voto. Engrosan las filas de ese 15 por ciento de indecisos presentes aún en toda la provincia.

Lorena Matzen se sorprendió con la  brutalidad expuesta por el oficialismo. En el derrotero vio como “muchos mercenarios” confluían en JSRN. El camino se le tornó espinoso, comprendió con rudeza que no hay solo una elección provincial en juego. Este fin de semana se instaló en Bariloche. Hasta allí llegaron unas 20 diputadas y senadoras nacionales para expresar su apoyo.

El lunes cerrará en el valle medio con un acto en Choele Choel. El miércoles recorrerá Viedma junto al reconocido Luis Brandoni. Al día siguiente realizará un mitin en General Roca y a partir del viernes se acuartelará en Allen hasta el cierre de los comicios. La patriada para superar los dos dígitos fue cruel porque al hostigamiento del oficialismo le adosó el destrato del macrismo.

El diputado Sergio Wisky reclamó un voto útil contra Martín Soria, en detrimento de Matzen. Evidenció demasiado egoísmo, aún sangra por la herida tras la fallida postulación. Le costará recibir apoyo del radicalismo en las primarias de agosto. Cerrar esas listas será tarea de Nación pero el camino hacia octubre será un suplicio.

El domingo marcará un antes y un después en la política rionegrina. Dos propuestas distintas confrontan en un choque de cometas donde una estrella se elevará. Las pasiones explotarán en las urnas, uno cosechará gloria, otros la oscuridad de la derrota. A Soria la historia lo convoca, Carreras en cambio puede tropezar con ella en el camino. Los rionegrinos con el simple acto de sufragar pondrán en juego su futuro.