Descabellado plan: Añejo W

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El oficialismo provincial se hunde en sus propias tribulaciones. El calendario avanza mientras algunos permanecen anclados a una mejor etapa. El gobernador se aferra a un poder que a esta altura se convirtió en un palo enjabonado. El solitario slogan de Soria se convirtió en hit.

En JSRN ven día a día cómo cada uno de los esbozos de estrategia electoral planteados por el líder, se desploman antes de remontar vuelo. Alejandro Palmieri nunca se animó a competir con los Soria. El hallazgo de Fabián Zgaib se diluyó tempranamente. El ministro luego de su percance coronario salió del centro de la escena. Nunca sabremos si el mandatario apostaba en serio por el “Turco” o solo le permitió ganar tiempo.

La expectativa del Peronismo Federal de Miguel Pichetto abriendo una tercera vía para la disputa con arraigo nacional, se evaporó antes del desembarco. El senador en su raid ha cosechado más escraches que adhesiones. No pisará territorio provincial con su propuesta. De todos modos sigue siendo un aliado indispensable, es el único rionegrino con llegada a la Corte Suprema de la Nación.

Estos dislates reflotaron una loca vieja idea: “Weretilneck candidato a gobernador”. La soledad del último tramo de gestión experimenta el surrealismo. La reforma constitucional está descartada, no hay tiempo, tampoco votos en el parlamento ni ánimo en la sociedad para convalidar semejante capricho personal. Dejaron pasar la oportunidad en 2016 con la frescura del 52%, ese guarismo hoy es un lejano recuerdo.

La opción Judicial tiene dos variantes, la primera es ir al Superior Tribunal de Justicia por una “Declaración de Certeza”. Con esa acción se busca que los jueces expongan si puede o no ser de la partida. Hay un antecedente, en los primeros años de este siglo Bautista  Mendioroz realizó una presentación de este tipo.

Mendioroz transitaba su segundo periodo como Vicegobernador y quiso corroborar si podía ir por un tercer mandato. El STJ le contestó que el planteo era abstracto, no había un proceso electoral en marcha. Eso explica por qué JSRN no irá a la Justicia. Anticiparían la jugada con nulo resultado, con el agravante de ventilar la estrategia antes de lo debido.

La alternativa barajada es presentar directamente la lista con Weretilneck como candidato cuando llegue el turno electoral. En ese caso desde la oposición deberán impugnarlo ante el Tribunal Electoral Provincial compuesto por María Luján Ignazi, Sandra Filipuzzi y Ariel Galinger. Las decisiones de esta Cámara son adoptadas por simple mayoría.

Cualquiera de las partes podrá apelar la decisión del Tribunal Electoral al escalón inmediato dentro de la pirámide legal, o sea al Superior Tribunal de Justicia. El paso siguiente y definitorio sería la Corte Suprema de la Nación. Por eso desde Gobierno recuerdan permanentemente la potencial vinculación de Miguel Pichetto a la cúspide judicial argentina.

Gerardo Zamora en Santiago del Estero perpetró la misma apuesta. Intentó encabezar por tercera vez consecutiva e hizo toda la campaña, la Corte Suprema de Justicia de la Nación le impidió la postulación sobre el filo de la elección. Zamora se corrió y quedó su esposa, iba como compañera de fórmula.

Weretilneck  exhibirá su argumentación: la primera vez fue aspirante a vice y no a gobernador. Como fórmula con Pesatti no se han sucedido recíprocamente. Buscará meter con virulencia al debate al FPV para luego alegar proscripción. No tiene chance de ser candidato por la pérdida de poder, la sociedad no admite las re reelecciones, es una forma de aletargar su inexorable derrumbe.

Pedirá interpretación del Artículo 175 de la Constitución que reza: “El gobernador y el vicegobernador pueden ser reelectos o sucederse recíprocamente por un nuevo período y por una sola vez. Si han sido reelectos o se han sucedido recíprocamente, no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos sino con un período de intervalo”.

Parte de la estrategia es dotar de simbolismo y mística la cruzada. El extenso proceso judicial le permitiría protagonizar casi toda la campaña. Por esto evalúa la reiteración de la fórmula ganadora del 2015, allí aparece nuevamente el nombre de Pedro Pesatti. El vicegobernador es quien mejor mide dentro de JSRN si se excluye al cipoleño. Además blinda al oficialismo de nuevas fugas.

El viedmense tomó nota del nuevo trato recibido, pasó de ser apartado de los anuncios gubernamentales a presidir el acto de la obra más importante del Plan Castello en la ciudad capital. La desconfianza siempre está latente, no es la primera vez que una mano lo aporrea y la otra lo acaricia.

El presidente de la Legislatura esta semana aportó sus gestos. Salió a cruzar a los legisladores del FPV que pidieron la interpelación del ministro de Economía por endeudarse en dólares en el Plan Castello. La primera en advertir que Pesatti no se alejaría de JSRN fue la diputada María Emilia Soria, lo castigó en declaraciones radiales hace un par de meses.

Cambiemos no hará pie en Rio Negro luego de los ajustes. El radicalismo lo tiene claro por eso se abocó a cumplir con su renovación de autoridades. Con destreza esquivaron la interna. Ahora Darío Berardi y Lorena Matzen, y desde las sombras, el vilipendiado Daniel Sartor se disponen a arrear al PRO a un acuerdo provincial avalado por Nación, la mentada “alianza antisoria”. El límite en este caso es el antimacrismo de Pesatti.  El juego de los “anti” no permite el encastre de las piezas.

Por el lado del FPV todos copiaron finalmente el slogan repetido hasta el cansancio por el intendente de General Roca. Magdalena Odarda, Martín Doñate y hasta legisladores dialoguistas se abrazaron finalmente al “Weretilneck es Macri”. La herida abierta en el mandamás no cicatrizará.

Por impericia o por necesidad de autorización a nuevos endeudamientos el rionegrino siempre aparece sonriente ante las malas noticias brindadas por los ministros nacionales. El FPV castiga de forma permanente al mandatario provincial. Después de todo, él se encargó de anular al resto con añeja táctica, preludio del irremediable ocaso. 

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