Ideas y entrenamiento

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En la semana el Gobernador volvió a apuntar con la lisa y tirar con la rayada sin ruborizarse. Luego de postergar las definiciones de las postulaciones debido a la difícil situación que viven muchos comprovincianos, armó en Bariloche un campo de entrenamiento a su discípulo. Su segundo tensó la cuerda acaloradamente sin mostrar nunca su verdadera jugada.

Dispuesto a no esperar ninguna eventualidad, Pesatti profundizó su diatriba antimacrista. Se aferró a lo ideológico para dar su lucha interna. Clamó a los cuatro vientos: en el 2019 se votaran “ideas”. La “suerte” del Vicegobernador llega con las medidas del Gobierno Nacional. Desde el epicentro del país se encargan cada día de recortar beneficios en esta zona. Ahora el ajuste recaló en las asignaciones familiares de toda la Patagonia.

Difícil tarea encaró Pesatti, no hallará eco para discutir ideas dentro del espacio del cual es socio fundador. Su principal aliada es la cruel realidad económica. Juega a dos bandas como en el billar. Por un lado irrita a Weretilneck con su autonomía verbal. Por el otro, sale a disputarle el discurso antimacrista a Martín Soria. Nadie sabe finalmente la carambola elegida por el vice. Mucho menos si podrá desarrollarla, el tiempo irremediablemente avanza.

Pesatti no romperá el contrato como segundo en el orden institucional, en lo político se queda sin margen. Dos elementos lo ubican fuera del esquema, o en todo caso buscan subordinarlo. Luego del conclave en la Residencia, Weretilneck con sorna transmitió a los suyos que el Vice no había confesado sus aspiraciones, transformó ese dato en el ocaso de la candidatura del viedmense.

El segundo elemento llegó esta semana desde Bariloche. Allí se expuso la aceptación del titular de la cartera sanitaria a la candidatura oficialista. En un recinto colmado de funcionarios y militantes habló de su área de gobierno. Ningún dirigente barilochense pegó el faltazo. De esta forma pretenden aportarle discurso a los propios para defender la gestión en salud. De paso el ministro hace sus primeras armas desde el atril.

Cuando muchos se aferran a una virtual alianza con el Peronismo Federal, desde Salta llegó un mensaje con impacto en los laboratorios sureños. El gobernador de aquella provincia norteña fue escrachado en el acto de homenaje a Evita cuando le gritaron “Urtubey macrista”. A más de uno le vino a la mente lo que ocurriría con Pichetto en una situación similar en Rio Negro.

Del acuerdo con el Peronismo Federal aún no hay nada concreto. El oficialismo goza el juego de seducción, anhelando dinamitar el PJ rionegrino. En la imaginación asoma una potencial elección de tercios con la consecuente segunda vuelta. Weretilneck cuenta con la herramienta para cautivar a Pichetto. La potestad para asentar en el calendario la elección provincial. El Senador condiciona a todos con una fecha conjunta donde se elija Presidente, Gobernador y los representantes en el parlamento nacional.

El cipoleño públicamente insiste en situar la elección en el primer semestre, por lo bajo esboza la posibilidad de una elección conjunta con la nacional en octubre. Esconde tal decisión explorando confrontaciones en el PJ. Con simple mayoría de la Legislatura postergará nuevamente las PASO. Para introducir el ansiado balotaje en cambio deberán apelar a algún artilugio, pues no está vigente en Rio Negro.

Fabián Zgaib comenzó de forma solapada su campaña. El oficialismo provincial tiene en claro que una vez definida la fecha tiene entre 60 y 90 días de intensidad proselitista. Al ministro de Salud mientras tanto le asignaron la tarea de recorrer la provincia hablando de su gestión. Aún evitarán blanquear su postulación, el clima social rechaza el activismo político en estos días.

Todo el variopinto abanico que compone JSRN distinguió a Zgaib como el caballo del comisario. Incluso Palmieri salió del ostracismo a blanquear su deserción a la máxima aspiración. Como “jugador” de casi toda la cancha intentó generar expectativa para la compulsa por la comuna roquense. El mandatario provincial ya no se ilusionará con el titular del bloque, tolera requerimientos de los suyos pero destrata a quienes demuestran temor ante el enemigo.

Este fue uno de los aspectos que valoró de su ministro de Salud. Siempre se plantó en los debates internos por el presupuesto. Una cuestión es batallar con Palmieri, Kremer o Domingo, otra muy distinta contra la oposición en una elección general. De la política de JSRN no participó nunca. Recién se acercó al local partidario de General Roca cuando le cayó del cielo esta oportunidad.

El anclaje es absolutamente personal. Esto le permitirá a Weretilneck disponer de la candidatura de Zgaib para cualquier entelequia coyuntural a la hora del cierre de listas. Las explicaciones en ese caso serán unidireccionales. Primero debe transferir imagen a su delfín, luego en soledad definirá la política de alianzas. A diferencia del 2015 lidiará con las peripecias económicas del electorado.

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