Cuando el Arroyo suena

Comentar

La semana dejó contundentes manifestaciones políticas. Ricardo Arroyo provocó el mayor impacto con la ruptura del bloque oficialista. El círculo que rodea al Gobernador trabaja para cercenar apoyos hasta el surgimiento de su candidato. Los debates del plan Castello se alojaron en ámbitos locales.

La reunión de intendentes de JSRN del lunes en Chichinales contó con la presencia del Gobernador. El mandatario luego del desplante que hizo en Bariloche en esta oportunidad decidió asistir. Fue una tertulia teñida de desconfianza, le reclamaron “que no se deje llevar por lo que le dicen sus alcahuetes y retome el trato directo con ellos”.

Los jefes comunales se hartaron del círculo de conspiradores que rodea a Weretilneck. La intermediación con el líder los perjudica, han confirmado que la información siempre llega deformada. Gustavo Gennuso develó que Luis Di Giacomo intentó obstaculizar un posible apoyo a Pedro Pesatti. Al intendente del Bariloche le molestó sentirse interpelado por el ministro de Gobierno, es el número 3 del partido a nivel provincial.

La pretensión de anular al vicegobernador se sumó al pedido que hizo llegar Facundo López a los jefes comunales para que adhieran a la nunca lanzada candidatura de Alejandro Palmieri. El selecto grupo de confianza de Weretilneck comienza a desesperarse por la falta de definición de la fórmula para la gobernación del año próximo. Pesatti computa tales gestos como desplantes, sus movimientos serán implacables llegada su hora.

El martes, en el conclave previo a la sesión, Ricardo Arroyo  anticipó a los presentes su alejamiento del bloque. En realidad estaba escindido de aquella estructura hace tiempo. Exteriorizó el rechazo en segunda vuelta al proyecto de Participación Pública Privada para obras. Uno de los caballitos de batalla del macrismo que Rio Negro convirtió en Ley esta semana. Allí argumentó que a la impugnación le sumaba su salida de la bancada. Tuvo fuertes cruces con sus pares.

Adrián Casadei le sugirió ausentarse de la votación. Cometió el error de graficar que así hacían en el bloque de la Concertación cuando no comulgaban con las iniciativas. Arroyo le enrostró que en el primer periodo de Weretilneck, el ex intendente de San Antonio Oeste junto a otros legisladores radicales condicionaba cada votación a cambio de beneficios políticos más allá del texto del proyecto de Ley.

Un sepulcral silencio se asentó en el viejo edificio de la calle 25 de Mayo que durante 30 años cobijó a los parlamentarios radicales, las miradas se extraviaron en un imaginario horizonte. Algunos actores se conocen demasiado como para caer en discursos ideologizados y éticos.

Arroyo agregó que nadie del bloque se había comunicado con él en los últimos tiempos. Expuso  la ausencia de debate y la falta de contacto con el conductor del proceso político. Elbi Cides, vicepresidente de la bancada, indicó que pasaba largos periodos de tiempo sin hablar con Weretilneck. Con sorna el ex  ministro de Desarrollo Social esgrimió que el problema eran los alcahuetes. Esa dura palabra, que ultraja la libertad de pensamiento, llegó para quedarse en “no tan Juntos Somos Rio Negro”.

Leandro Lescano también recibió la iracundia verbal. El joven barilochense sostuvo que la partida había sido pergeñada con anterioridad. Allí el lamarqueño sacó a relucir sus 30 años de militancia. Ante tal escenario el tándem que componen Alejandro Palmieri y Facundo López permaneció inmutable. Fieles a los enojos de Weretilneck, tomaron la misma distancia que el mandamás. Cuando se desprecia el dialogo, antes o después, se instala la confrontación.

Lo declarado el día siguiente en la sesión estaba dicho con anterioridad. Arroyo se va en soledad pero exhibió el quiebre. Por ahora no habrá nuevas deserciones pero todos quedaron interpelados. Para los que reclamaban mayor participación política se abrió una senda. Al vicegobernador no le gustó enterarse en el recinto. La deserción mella su relación con el conjunto. Pero el antecedente del reconocimiento del monobloque a Mario Sabbatella lo deja sin argumentos en contra. En el instante de formalización el FPV apoyará gustoso.

Las controversias por el Plan Castello aterrizaron en los municipios. Varias comunas aprobaron las ordenanzas apenas se realizó la colocación a finales de noviembre pasado. Otras lo hicieron a principios de este año. Las rezagadas colisionan con el desbarajuste financiero nacional. Hasta ahora solo 4 tomarán el crédito en dólares a una tasa del 8,75%. La moneda estadounidense seguirá trepando, el viernes se acercó a los 24 pesos al cierre de los mercados.

En la capital provincial 6 de los 9 concejales negaron el endeudamiento. La escalada del dólar es el argumento que los une. El pichettismo había comprometido los votos de Silbana Cullumilla y Mario Francioni pero desistieron a último momento. Los ex aliados Facundo Montecino y Mariana Arregui  tampoco acompañan, se sumaron al inicial rechazo de Evelyn Rousiot y Diego Santos.

A Viedma le corresponde 1.300.000 de dólares de crédito. Por esa cifra la devolución total sería de 1.400.750 de la misma moneda. Hace 6 meses con la cotización de 16,70 pesos por unidad, el reintegro equivalía a 23.000.000 de pesos. Hace 30 días, con la divisa costando 20,75 pesos,  la reposición era de 29.000.000. Ahora, a 24 argentos hay que reunir 33.600.000 pesos para cumplir con la obligación. En un mes aumentó 4.600.000 pesos, imposible predecir el desembolso para los próximos años.

El intendente Foulkes inició un peligroso operativo para revelar la negativa de los ediles. Los concejales tienen documentado que el municipio posee en “plazo fijo” más de 100 millones de pesos. Ese dinero sufrió una fuerte depreciación en las entidades financieras mientras el costo del asfalto se elevó casi con el mismo ímpetu que el dólar. Hurgan potenciales explicaciones de una transacción que consideran negativa para las arcas municipales. 

También te puede interesar...