El primero de estos proyectos inició su proceso en el año 2005, lo que significa que los 11 adjudicatarios que aún no tienen su casa llevan esperando casi una década.

Las viviendas están ubicadas en Villa Linch y prácticamente desde su inicio han tenido un problema tras otro.

La obra fue licitada el 20 de abril de 2005 y el 2 de marzo de 2006 comenzaron los trabajos de construcción. Por diferentes razones económicas y de administración de la propia empresa adjudicataria se produjo la paralización y posterior rescisión unilateral el 18 de septiembre de 2008.

En ese momento el proyecto contaba con un 44,66 por ciento de avance. Con el paso del tiempo las viviendas se fueron deteriorando por hechos vandálicos y por factores climáticos adversos.

En diciembre de 2010 se efectivizó la firma del convenio de reactivación y finalización de las obras de  las 69 viviendas. Sin embargo, hay once unidades que aún no fueron entregadas.

El pavimento ‘desarticulado’

Otro ‘manchón’ de las obras públicas en Carmen de Patagones es el pavimento articulado que se colocó en el barrio Bicentenario.

Gran parte de ese sector de la ciudad ya posee esos vistosos adoquines (similares a los que colocaron en el puente ferrocarretero).

Si bien los vecinos de dichas arterias le dijeron adiós a la tierra, la mayoría no oculta su indignación por la pésima calidad de la mano de obra.

Sencillamente, el trabajo es desastroso y no hay una sola calle que haya quedado ‘algo’ nivelada. Las lomas y hondonadas constituyen principalmente la geografía de una obra por la que los frentistas deberán abonar como si fuera de primera calidad.

El Municipio aclaró oportunamente que se debió a un error en la preparación del suelo, que no se hicieron los estudios correspondientes. Aunque no hay que dejar de lado un detalle: los trabajos fueron hechos por integrantes de una cooperativa (de las que financia el gobierno nacional) totalmente inexperta en el tema.

Para colmo, desde hace varios días el proyecto fue abandonado y –como se muestra en la fotografía de Silvio Hansen- los adoquines que no se terminaron de colocar se están esparciendo por las calles que aún no fueron pavimentadas.