Hacía muchos años que un intendente no concurría a una asamblea organizada por la propia comunidad para escuchar –lo sabía- más críticas que elogios. No obstante, Jabier Garcés decidió hacer frente a la situación y escuchar a los habitantes del norte del distrito, agobiados por una serie de sucesos delictivos que les preocupan seriamente.

Pero hubo dos cuestiones que no fueron bien recibidas por la gente del lugar. En primer lugar se molestaron porque dos días antes del encuentro se hizo presente en la localidad el Subsecretario de Seguridad y Control Urbano, Pablo Fimpel, para mantener reuniones (una tras otra) con diferentes entidades. Los vecinos interpretaron que era una acción para desactivar la asamblea del viernes, lo que estuvo a punto de lograr. Otra situación que indignó fueron las palabras del Director de Seguridad, Julio Gallié, quien afirmó que se estaban concretando acciones para prevenir los delitos, pero no las habría querido detallar.

Estas circunstancias y las faltas de respuestas del joven Delegado Municipal de Villalonga, Nazareno Sensini, hicieron que uno de los vecinos presentes en la asamblea, Julio Haure (vinculado políticamente a Haroldo Lebed) los tratara de “pecho frío” a los funcionarios.

“Dije eso porque vemos que pasan cosas y nuestro delegado ni siquiera gestó él mismo la reunión. Quizás sea por su juventud, que no reaccionó. Puede ser muy bueno y ordenado para un montón de cosas, porque realmente el pueblo está lindo, pero en esta situación en especial alguien debe tomar las riendas del asunto”, sostuvo Haure en FM de la Costa.

Sobre Gallié dijo que tuvo un comentario que le cayó muy mal a la gente, como decir que “estamos haciendo, pero no decir lo que está haciendo. La gente se quedó muy mal con eso, ya que quiere demostraciones”.

Más adelante Haure aclaró sus dichos al señalar que “debemos tomar la responsabilidad de que estamos en una situación complicada, no seamos ‘pecho frío’ porque puede pasar algo grave y van a decir (en todos los medios) que los vecinos estallaron en una pueblada