“El sentido de mi vida es pedir justicia por mi Atahualpa”

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El cuerpo de “Ata” fue hallado sin vida en la madrugada, en un descampado detrás del barrio Los Fresnos. Presentaba una herida de bala calibre 22 en la espalda. Su cuerpo había sido depositado en ese lugar. La última vez que se lo vio con vida estaba en un boliche, con un grupo de amigos.

Hubo decenas de allanamientos y varios detenidos, pero ninguna de las hipótesis prosperó. Desde entonces su madre, su familia y sus amigos han encabezado marchas y reclamos de justicia, buscando también fortalecer la participación y la memoria de la comunidad.

“Esto nos moviliza. Es como volver cuatro años atrás”, señaló Julieta a LA PALABRA, recordando que “todavía tengo su imagen cuando me fue a despedir a la terminal porque yo me iba a Rosario. Cuando regresé no lo tenía más”.

La Palabra: Pasaron ya cuatro años y esto sigue sin resolverse. ¿Cómo se vive un día así?

Julieta Vinaya: Moviliza mucho. En estos cuatro años tuve que aprender muchas cosas. Uno nunca imagina que tendrá que salir a pedir justicia por la muerte de un hijo. Por suerte, he aprendido mucho de las madres y los padres que nos han acompañado. Me decían que al principio todo el mundo te acompaña y a medida que pasan los meses te quedas sola y pareces una loca y eso me sirvió porque formamos la Comisión Atahualpa que está funcionando con un grupo de personas que se suman al pedido de justicia y al acompañamiento de otras familias.

LP: A veces se los ve en otros lugares acompañando familias…

JV: Exacto. Porque yo se lo que es la desesperación. Se lo que es golpear puertas y que no pase nada.
Estuve acompañando a la familia de (Daniel) Solano en el Valle Medio. El dolor es el mismo. Estuve con su padre y sentimos lo mismo. Los dos queremos saber que pasó con nuestros hijos. Él es un padre que pide por su hijo y yo una madre que pide por el mío.

LP: En medio de tanto dolor y esperando saber la verdad ¿Se puede hacer el duelo?

JV: El duelo no lo pudimos comenzar. Lo vamos a empezar cuando conozcamos la verdad. Cuando sepamos quién asesinó a mi hijo y por qué.
Acá hay una persona que disparó, otras que ayudaron a mover el cuerpo y otras que ayudaron a encubrir esto. Son varios los asesinos.
Quizás cuando sepamos la verdad y tengamos el juicio, quizás ahí yo me permita llorar. Si yo ahora me permito llorar me quiebro y no hago nada.
Miro las fotos de ‘Ata’ y digo ‘este es mi horizonte’. Es el camino que empecé hace cuatro años. Pedir justicia por mi hijo es el sentido de mi vida.

LP: ¿En la investigación hay alguna novedad?

JV: No. Nada nuevo. Ya son más de cinco mil fojas (las del expediente), pero uno no pierde la esperanza con este cambio de gobierno. Quizás ahora sepamos que pasó, después de estas entrevistas que tuvimos con el gobernador y el vicegobernador; y en especial con los compromisos que asumieron.
Ahora van a ir viendo detalles. Que cosas se hizo, que cosas se obviaron. Acá hubo muchísimas falencias. Policías que no hicieron bien su trabajo, la misma justicia se equivocó. Acá se ha borrado la escena del crimen.

 

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