Es muy costoso corregir las malas conductas con obras

Por Gastón Renda

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Transformar Viedma requiere del trabajo en equipo y la colaboración de las distintas áreas del municipio, pero también, del esfuerzo ciudadano.  

Desde nuestra gestión, trabajamos en planificar una ciudad con mirada al futuro. Buscamos entender cuáles serán las necesidades del mañana, y en base a eso, proyectamos obras destinadas a mejorar la calidad de vida de los viedmenses. 

Con las obras que ya terminamos, las que están en desarrollo y las que vamos a comenzar, demostramos que cambiar Viedma es posible si hay planificación y una idea clara de la ciudad que queremos para nuestro futuro.

Pero el esfuerzo de transformar Viedma, forma parte de un trabajo integral, que nos involucra a todos. Por eso me duele ver, en obras terminadas como la Avenida Perón, cuando la gente no acompaña. La Av. Perón fue una obra pensada para otorgar un mejor ordenamiento vial y ofrecer seguridad al tránsito, sin embargo, vemos que a diario se cometen innumerables infracciones, y hay quienes nos culpan por ello. 

Nos piden que hagamos más obras para corregir malas conductas que se efectúan permanentemente por parte de los vecinos que se trasladan en vehículos, motos y bicicletas, pero no se está pensando en el costo de esto. Las obras no están articuladas para reemplazar el trabajo que efectúa el área de tránsito, sino que se complementan.

No se puede corregir conductas y malos hábitos con obras porque es demasiado costoso. 

Las obras tienen la finalidad de brindar un nuevo servicio al ciudadano o mejorar uno existente, no están pensadas para reprender o censurar malos hábitos. Para el caso de la conducta vehicular, es la organización del tránsito quién debe acompañar con señalización, controles, etc. 

Entendemos las necesidades de los ciudadanos, por eso planificamos la Viedma que queremos, buscando ofrecer una solución a todas las problemáticas que nos plantean, pero hay cuestiones que escapan a nuestra Secretaría. 

Los vecinos reclaman que hay autos estacionados en rotondas, que no se respeta el límite de velocidad o que se usan los carriles de emergencia para transitar, incluso también se quejan por que ven bicicletas que circulan donde no deben ir, y nos piden que hagamos alguna obra que evite que las personas realicen esas conductas. 

En algunos casos, como es el de las bicicletas, entendemos que hay una necesidad y una precariedad por parte de la ciudad que no ofrece un espacio para quienes quieren trasladarse mediante esta forma de transporte; y es por eso por lo que estamos trabajando en desarrollar una red de vías seguras que recorrerá más de la mitad de los barrios de nuestra ciudad, con cuatro puntos cardinales: el CAMU, la Plaza San Martín, la Universidad del Comahue y la Universidad Nacional de Río Negro. 

Esta obra logrará que Viedma esté mejor integrada y ofrecerá a los que utilizan bicicletas o monopatines como medio de transporte, una red segura por dónde circular. En el caso de la Av. Perón, se pensó en su ensanchamiento para ofrecer más carriles y mejorar la movilidad de los vehículos. 

Todas estas obras están articuladas para ofrecer una solución a problemas concretos, pero debe haber un acompañamiento integral para que la transformación de la ciudad sea completa. 

Nos reclaman reductores de velocidad, semáforos, taludes, guardarrail, zanjas, cordones, muros, etc., para evitar las malas conductas. Pero sabemos que hay ciudades, como por ejemplo San Martín de los Andes dónde no hay semáforos, y los conductores tienen incorporado la acción de frenar en cada esquina para ceder el paso a los peatones. 

No estamos aprovechando bien los recursos del municipio, y de la gente, si pedimos obra cuando lo que realmente se necesita es más educación, control y señalización.

Cuando vemos ciudadanos que cometen infracciones y buscamos que se evite esa transgresión con obras, lo que realmente se está pidiendo es brindar una solución tangible a un problema intangible: la educación vial. 

Algo similar sucede con los residuos. Se ahorraría mucho dinero en obras si lográramos el compromiso de todos en su manejo. La realización de obras como el DVR y los canastos de retención de residuos sobre el río, fueron recursos que podrían haber sido destinados a otros objetivos, pero se buscó resolver con obras un problema de otra índole. 

Transformar Viedma requiere del trabajo en equipo y eso incluye también la participación y el compromiso de la ciudadanía.  
 
Arq. Gastón Renda 
Secretario de Desarrollo Territorial, Hábitat y Obras Públicas.

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