Confusión y hasta momentos de tensión se vivieron esta
mañana en el sector de una toma de Viedma, donde gente del lugar aseguraba que
se trataba de un desalojo por la fuerza y con el uso de una topadora, pero en
realidad formaba parte de un acuerdo que se había establecido previamente.
Es que días atrás en la zona ubicada sobre la ruta
Provincial N° 1, entre las vías del ferrocarril y el Parque Industrial se había
levantado una construcción de material, pero su proximidad con la ruta generaba
un peligro permanente, por lo que tras una presentación de la Fiscalía de
Estado el juez Julián Fernández Eguía convocó a las partes y logró establecer
un acuerdo.
Cabe destacar que las normas vigentes permiten una
construcción en una distancia de 50 metros o más en sectores rurales y de 25
metros o más en zonas urbanas.
En este caso, estaba muy cercana a la ruta, por lo que
implicaba un riesgo para automovilistas y también para la familia que construyó
en el lugar.
Se tramitó una ayuda social para la situación de
vulnerabilidad y se firmó un acuerdo que implicaba varios pasos.
En primer término, la familia sacó todas las
pertenencias posibles y abandonó el lugar. En la jornada de ayer se terminó de
ejecutar la segunda parte del acuerdo, que implicaba el derribo de la precaria
construcción de material, para finalmente eliminar el peligro para la seguridad
vial.
La figura jurídica es una “acción preventiva de daño”,
y se ejecuta cuando algo representa un peligro inminente para la seguridad de
las personas.
Se aclaró que no se trató de una acción de desalojo y
solo comprende esa construcción ubicada a menos de 50 metros de la ruta. En
esta presentación de la Fiscalía de Estado, por su figura legal y alcance, no
se incluye la otra parte de la toma.
25 abril 2024
Judiciales