En plena campaña electoral y a cuatro días de las elecciones del 26 de octubre, el gobierno de Río Negro confirmó que abonará el bono correspondiente a octubre para los trabajadores estatales, pese al rechazo generalizado de los gremios. La decisión fue instruida por el gobernador Alberto Weretilneck, quien ordenó al Ministerio de Hacienda avanzar con las liquidaciones y concretar los depósitos este viernes.

El pago alcanzará a unos 53.000 agentes del Poder Ejecutivo provincial y demandará un desembolso de alrededor de 4.000 millones de pesos. Las sumas varían entre 50.000, 75.000 y 100.000 pesos, según la antigüedad del empleado, y se habían propuesto como parte de una política salarial transitoria para los meses de octubre y noviembre.

La medida se da en un contexto de tensión con los gremios estatales, que rechazaron de manera unánime la oferta de “sumas fijas por única vez” por considerar que no se incorporan al salario básico. El propio Weretilneck había abierto la posibilidad de reanudar el diálogo paritario, aunque la negociación quedó postergada hasta después de los comicios.

Desde Hacienda, en tanto, confirmaron que se está evaluando la posibilidad de que parte de los montos se incorporen al haber en futuras paritarias, aunque por el momento no hay definiciones.

El gremio ATE aún no reunió a su Plenario, aunque adelantó su rechazo por “tratarse de un pago por única vez”. En tanto, la Unter postergó su Congreso y mantuvo reuniones internas de sus secretarios generales para definir postura, a la espera de un nuevo encuentro con el gobierno.

Por su parte, UPCN ratificó su negativa durante un Plenario realizado la semana pasada en Viedma y presentó una propuesta alternativa ante la Función Pública. El sindicato solicitó “una recomposición del 50% en dos tramos iguales”, con aplicación sobre el salario básico no remunerativo, de modo que “impacte de forma más justa y sostenible en el poder adquisitivo de los trabajadores”.

Mientras la discusión se posterga, el Ejecutivo provincial avanzará con el pago del bono de octubre, en una decisión que, además de su efecto económico inmediato, se produce en plena recta final de la campaña electoral.