La empresa Alcalis de la Patagonia (ALPAT) notificó el despido de 41 trabajadores de su planta en San Antonio Oeste, apenas un día después de haber firmado un acuerdo salarial que incluía el compromiso de no realizar cesantías. La decisión generó un fuerte repudio sindical y abrió un nuevo frente de conflicto en la región.
La Federación de Sindicatos de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas de la República Argentina (FESTIQyPRA) calificó la medida como una “maniobra maliciosa y descarada” y cuestionó que se haya ejecutado bajo la figura del Artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que habilita despidos sin invocar causa. Según la federación, no existen motivos objetivos que justifiquen la medida y se trata de “una provocación inaceptable que atenta contra la buena fe y los derechos de los trabajadores”.
El gremio ratificó su repudio y expresó su “compromiso de acompañar a cada compañero y compañera en esta lucha”, dejando entrever la posibilidad de nuevas acciones sindicales en respuesta a los despidos. De momento, la empresa no se pronunció públicamente sobre las acusaciones.
En este contexto, el intendente de San Antonio Oeste, Adrián Casadei, se refirió a la situación y defendió el acompañamiento del Estado provincial y municipal a la compañía. “ALPAT es una empresa que está trabajando, que está sufriendo las consecuencias de una política nacional de importaciones realmente importante. El Gobierno de la Provincia está haciendo todas las fuerzas necesarias junto con el municipio para que esta empresa, que es la única que produce carbonato de sodio en toda Sudamérica, pueda seguir existiendo y que los 500 trabajadores puedan seguir cobrando”, afirmó.
Casadei señaló además que existen críticas hacia el esquema de subsidio al gas que sostiene la actividad de la planta, pero defendió su continuidad: “No se le hace a la empresa, sino a la proveedora del servicio de gas. Durante 20 años, quienes hoy cuestionan esto subsidiaron a los más ricos del país. A mí me parece que subsidiar el gas para garantizar el trabajo de 500 trabajadores es una cuestión muy buena”.
La situación expone un escenario de alta conflictividad laboral en ALPAT, con tensión entre los compromisos asumidos en los acuerdos recientes y las decisiones empresariales, mientras la federación prepara medidas de acción y las autoridades locales insisten en la necesidad de sostener la actividad para preservar el empleo en la región.

5 diciembre 2025
Gremiales