El Gobierno nacional oficializó este miércoles el veto total a la Ley de Financiamiento Universitario, norma que había sido aprobada con amplia mayoría en ambas cámaras del Congreso. En paralelo, el presidente Javier Milei firmó también el rechazo a la ley que declaraba la Emergencia en Pediatría, y mantiene en evaluación la norma que dispone la redistribución automática de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), impulsada por los 24 gobernadores.

La decisión se conoce en medio de la crisis política que atraviesa la gestión libertaria tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires. Mientras el flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, había convocado a una “Mesa Federal de Diálogo” con los mandatarios provinciales, el Ejecutivo avanza con un esquema de vetos que condiciona ese acercamiento.

Según se publicó en el Boletín Oficial, el financiamiento universitario fue observado bajo el argumento de que no identifica fuentes de financiamiento y genera un “costo fiscal insostenible”. El decreto, rubricado por el Presidente y todos sus ministros, advierte sobre un eventual aumento de la emisión y mayor inflación. El texto desestima las readecuaciones presupuestarias previstas por la norma.

La ley vetada establecía la actualización automática por inflación de los gastos de funcionamiento de las universidades, hospitales universitarios e institutos de investigación, además de la obligación de convocar paritarias docentes y fortalecer el sistema de becas. Se trata de la segunda vez que Milei objeta una iniciativa vinculada al financiamiento de la educación superior.

El veto generó una rápida reacción en el frente universitario, que confirmó la convocatoria a la Tercera Marcha Federal Universitaria y un paro docente nacional para este viernes 12 de septiembre. Desde la Federación Universitaria Argentina (FUA), Joaquín Carvalho advirtió que “el gobierno empuja a movilizar a toda la sociedad para defender no solo a la universidad, sino el futuro del país”. En la misma línea, gremios como CONADU, CTERA y UDA anunciaron que acompañarán la protesta.

Al mismo tiempo, médicos y trabajadores del Hospital Garrahan adelantaron medidas de fuerza en rechazo al veto de la ley de emergencia pediátrica. El Congreso, por su parte, prepara una sesión especial para el miércoles 17 de septiembre, donde la oposición buscará insistir con la aprobación de la norma.

La tensión política también alcanza a los gobernadores. Mientras algunos mandatarios esperan que la Casa Rosada evite vetar la ley de ATN como condición para mantener el diálogo, fuentes oficiales anticiparon que la decisión será total. “No nos vamos a mover ni un milímetro del programa de equilibrio fiscal”, transmitió Milei en redes sociales.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, reforzó esa posición al señalar que los vetos responden a “delirios populistas” y sostuvo que “no se va a entrar en el juego de conseguir un voto más con gasto público”.

En este escenario, la estrategia de veto del Ejecutivo se transformó en el principal foco de conflicto con el Congreso y las provincias, y amenaza con profundizar la crisis política de cara a los comicios nacionales de octubre.