Maltratador serial

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La familia de la que hablo es otra mujer golpeada. Su nombre es: República y su apellido: Argentina.

A partir del 10 de diciembre de 2015 el gobierno de Macri y sus socios radicales asestó duros golpes al entramado de la sociedad y a cada uno de los argentinos, con las excepciones ya sabidas a sus amigos y cómplices.

Cuando se sostiene desde el gobierno que la economía está empezando a reactivarse, que la inflación está cediendo, surge inevitable una pregunta: ¿Era necesario destruirla como se hizo para que luego empiece a crecer? ¿Qué macabra lógica inspira ese accionar? ¿Bombardean primero, destruyen todo, para ver como luego se disipa el humo entre las ruinas y los sobrevivientes caminan entre cadáveres?.

El primer y prematuro golpe fue derogar por decreto la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, conocida como Ley de Medios, ley que establece las normas para regir el funcionamiento y la distribución de licencias de los medios radiales y televisivos en la República Argentina. Luego de una amplia y profunda discusión durante más de cuatro años en Universidades, sindicatos, organizaciones sociales de todo tipo, con sectores interesados, periodistas, empresarios de medios, artistas, empleados, intelectuales, en todo el país, fue aprobada por el Congreso de la Nación (146 votos afirmativos, 3 negativos y 3 abstenciones en la Cámara de Diputados; 44 votos afirmativos contra 24 negativos y ninguna abstención en el Senado) y se constituyó en reemplazo de la Ley de Radiodifusión de la dictadura cívico-militar que se mantenía vigente. La Ley democratizaba la palabra. Macri utilizó un DNU que luego fue ratificado por ley del Congreso. Como al maltratador no le daba el cuero para voltearla solo, necesitó de compinches de otro barrio que acudieron prestos a ayudarlo a pegar el primer golpe, entre ellos un muchacho del barrio de Tigre con ínfulas. Así se abría la gran avenida de medios que protegería con su silencio cómplice, las trapisondas que estaban por venir.

Aparecieron, entonces, los tarifazos irracionales y despiadados, la eliminación de las retenciones a las patronales y monopolios del “campo”, a las mineras, a los bancos y a la especulación financiera; el bochornoso pago a los fondos buitres; la eliminación del impuesto a los ricos (Bienes personales, a autos de media y alta gama, al champagne); la devaluación negada en la campaña; el veto a la ley anti despidos aprobada por la inmensa mayoría de los representantes del pueblo; la apertura indiscriminada de las importaciones poniendo en riesgo de desaparición a las economías regionales y a la industria nacional, particularmente a la pequeña y mediana empresa y la consecuente pérdida de empleo.

Pero el golpeador no para. A cifras de julio de este año se produjeron más de 200.000 despidos y suspensiones de trabajadores, sin incluir al trabajador informal no registrado -changas- donde la pérdida ha sido inmensa (hoy se calcula 250.000 y la cifra va en aumento). El Estado echó a 67.392 empleados. Las empresas a 127.039. Frigoríficos 1.000, electrónicos 540, comercio más de 3.000, medios de comunicación 620, construcción 58.590, metalúrgica 13.721, automotrices 6.950, auto partes 1.257, neumáticos 1.800, alimenticio 5,680, textil 1.642 despidos y 3.930 suspensiones, sector petrolero 4.162, energético 4.012, electrodomésticos 3.792 entre despidos y suspensiones, sector frigoríficos 2.473 (Datos del CEPA a julio 2016).  

A esto se suma una brutal inflación (octubre 2,7). Los medicamentos subieron el 70 % promedio, la leche el 100. La inflación anual será del 43,5. De enero a agosto: 30,8, el doble que en 2015. Algunas verdulerías venden en tres cuotas (inédito). El agua aumentó el 500%, los peajes el 400%, los celulares el 300%, la electricidad el 235%, los combustibles el 87%, el transporte el 70%, los alquileres el 60%, la salud el 54%, los alimentos el 60% en promedio. Si no puede “que la gente se abstenga de consumir” dijo suelto de cuerpo el Mtro. Buryaile (¡¿&!).

Y como si esto fuera poco los golpes lo seguirán recibiendo los hijos y nietos de la Sra. RA. En los meses que llevan gobernando nos han endeudado como nunca en la historia en tan poco tiempo y ni un dólar prestado es para inversión productiva. El gobierno, las provincias y los bancos han pedido prestado 40.000 millones de dólares con lo que la deuda pública representa casi el 30% del PBI. Por eso es que debe recortarse en Ciencia y Técnica (otra vez mandan a los científicos a lavar los platos), en Educación, en Salud, en Industria, en Cultura, en Obras, en Trabajo, en Salarios, en Transportes, en Deportes, en rutas, en jubilaciones, en todo lo que sea mejoramiento de las condiciones de vida de los argentinos, en Derechos Humanos, etc. etc. Esta película ya la vimos en los ignominiosos 90. El FMI ha vuelto a revisar nuestras cuentas para asegurarse que no dejemos de pagarle.

La economía está en franco retroceso. En caída libre. La construcción (industria de industrias) cayó el 19,61, la industria el 6,4. La compra de insumos para la construcción (sanitaros, asfalto, hierro redondo, pinturas, cemento, placas de yeso, pisos, ladrillos huecos) se derrumbó un 38,4. (datos del INDEC).

El gobierno con la mejor carita de pastor evangélico le echa la culpa a “la pesada herencia populista”. ¿Cuál herencia, la que generó un 110% de crecimiento de la industria, que creó 5 millones de puestos de trabajo, que incremento grandemente el consumo de los sectores populares, que hizo crecer la industria electrónica en un 102%, la metalmecánica un 92%, el turismo un 53%, la que hizo crecer a la Argentina un 100% y distribuyó la riqueza con un poco más de justicia, la que llevó el salario mínimo de $ 200 en 2003 a $ 5.588 en 2015, luego de 15 años de estancamiento, la que hizo descender  la mortalidad infantil al 53%, la carencia de agua potable al 83%, la que redujo las madres sin educación del 9 al 5%, la que hizo que el 92% de los niños asistieran al jardín de infantes, la que hizo crecer la asistencia a las Universidades 13%, (Datos del CONICET). la que creó 15 Universidades Nacionales, la que instituyó la AUH, la que llevó la jubilación al 97% de los argentinos, la que puso un satélite en órbita, la que recuperó Aerolíneas Argentinas e YPF, la que desendeudó al país, la que implementó la política de Derechos Humanos como política de Estado, la que no echó un solo empleado, la que no rebajó un centavo los salarios, la que terminó Yaciretá, Atucha I, Atucha II, que construyó miles de km de rutas, de fibra óptica, miles de escuelas,  y sigue la lista?

Asistimos en estos 11 meses a un fuerte empeoramiento de las condiciones de vida de las mujeres y hombres de nuestro país, con enorme pérdida del poder adquisitivo a lo que se suma la criminalización de la protesta social cada vez más desembozada. El gobierno neoliberal de Macri, Carrió, los CEOS, las multinacionales y el radicalismo, con el apoyo funcional del massismo, de Bosio y de sectores peronistas disidentes y del mismo FPV, llevan adelante un claro proyecto de exclusión, similar al que generó la crisis del 2001.

Cuidado con los golpeadores y sus globitos de colores.

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