Hasta hace poco tiempo, en el plano nacional, las y los docentes, no sabíamos qué, cómo y cuándo se discutía en las bases lo que  acordaban dirigentes de  CTERA  con el Gobierno. Lo mismo sucedió en la provincia cuando definían vergonzosamente paritarias, acuerdos, salarios, nomencladores, y todo lo que hacía al debate pedagógico sin consultar  a las bases, quienes hoy pretenden erigirse como  grandes luchadores e instan a romper todo.

Es tiempo de refrescar memorias, por si existen olvidadizos. Los que firman  documentos de la Paulo Freire con cuestionamientos a definiciones tomadas en Congresos de UnTER, y acatados por la conducción central, son los mismos que junto con representantes partidarios organizaban congresos “gremiales”, que inauguraba el Gobernador Alberto Weretilneck, para dar tratamiento a documentos y acuerdos que nunca llevaron a los órganos de decisión de nuestro sindicato. Situaciones que no vamos a detallar por las innumerables informaciones que existieron al respecto. La foto que encabeza esta nota, es la clara muestra de todas esas situaciones.

Pero resulta que ahora, ante los cambios en la política, aparecen como combativos. Claro, frente a un gobierno de corte liberal como el Macrista, todos lo  somos. Pero no hay que parecer, sino hay que ser.  La conducción Celeste en CTERA, pretende engañar al conjunto de docentes del país de manera  vergonzosa, celebrando como si fuera el inicio de la revolución un acuerdo de 8500 $ de mínimo,  a  julio del corriente año. Qué sencillo es hablar del 40% de $6060  y aparecer como destructores del “techo que pretenden imponer  las patronales, usar los medios masivos para mostrarse con gesto  adusto y vencedor.

Vale recordar que  hace muchos años, la conducción celeste a nivel nacional, tomó la definición política de abandonar un concepto histórico para la lucha docente, como era  el “salario básico unificado”, que realmente unía todos los reclamos y lo cambió por el concepto de “salario mínimo”, haciéndonos  creer, que esa era la verdadera lucha en defensa de nuestros derechos salariales.

En el último congreso, la conducción nacional abandonó a todas las entidades de base, porque después de semejante guerra, solo mediática, terminó sin definir una medida que contuviera al conjunto y  dejó a los sindicatos provinciales, sin otro apoyo que sus propias fuerzas, sin un sostén de la entidad madre.

La  mejor lección del neoliberalismo en las esferas sindicales es obligar a  cada jurisdicción a confrontar sin apoyo,  por ese piso mínimo.  Solo en los papeles somos parte de una confederal, si las luchas provinciales se deben enfrentar en soledad. Para que no se note, la celeste cuenta en cada provincia con sus voceros, que tienen como tarea desviar la atención.

 En Río Negro, esa función la cumple  la agrupación celeste /Paulo Freire. Por eso  Molina y sus seguidores firmaron un documento inmediatamente después de haberse aprobado el acta paritaria en la Provincia, que se definió según con lo acordado mayoritariamente en el Congreso de Villa Regina el pasado 25 de febrero.

En ese tendencioso libelo afirman demasiadas sandeces sin ningún prurito. La primera es que el congreso de UnTER mandató a sus congresales a votar contra la propuesta del 40%  con un paro de 24 hs, para que luego se abstuvieran en la votación. Lo que omiten decir es que nuestras representantes plantearon, entre otras cosas, el Paro de No Inicio, en repudio al manoseo sufrido por CTERA  y los otros sindicatos nacionales en el ir y venir de la Paritaria Nacional, además de los ejes que nuestro Congreso consideró correspondían al ámbito Nacional; impuesto a las ganancias, 82% móvil, 40% de zona, cumplimiento de la ley de jubilaciones docentes,  etc.

Tampoco dicen, que desde la presidencia no les dejaron terminar la exposición, ni les permitieron intervenir ante la votación que se definió por Aceptación o Rechazo, sin paro, y que estas opciones no  tenían que ver con el mandato que se llevó desde Río Negro.  Pese a que es una bandera de lucha la defensa del género, nuestras congresales- todas mujeres- fueron ninguneadas, censuradas y luego expuestas, en un claro hecho de violencia simbólica que debería ser parte del pasado.

Se olvidan de estos detalles, pero se quejan por nuestra dureza con la conducción de CTERA cuando hicimos notar , a principio de año, la mentira de la  Junta Ejecutiva cuando anunció que habían logrado modificar decretos que nos llevaban de vuelta al pasado educativo (Menemismo),  y no fue así, y que consideramos responsablemente advertirlo. Quien quiera verificar esto,  lo puede ver en los enlaces y comunicados emitidos por la conducción provincial de UnTER.
 
Afirman que fuimos más duros con CTERA, que con el gobierno provincial. Otra falacia, pero respecto a la negociación paritaria no entraremos en detalles que son conocidos y vividos por todos ya que las definiciones fueron avaladas por una amplia mayoría provincial y los puntos son clarificados por nota de la conducción central que se envía a todas las seccionales y desde ya a todos/as los/as Trabajadores/as de la Educación.

Como agrupación no queremos extendernos más, pero no podíamos dejar pasar un documento que difama y miente, firmado por quienes cuando fueron conducción provincial se sentaron fraternalmente con la patronal, firmaron acuerdos unilateralmente y aceptaron resoluciones como la 35/13 que modificó condiciones laborales y que nos costó más de un año derogar, paralizó la discusión sobre la educación secundaria, aceptó la  652/12 que todavía estamos peleando, solo para recordar algunas medidas consentidas por este grupo.
 
Sostenemos nuestra definición de dar los debates en los espacios orgánicos, confrontar ideas, someterlas a votación y acatar los mandatos. Así continuaremos trabajando siempre bajo los principios de  independencia partidaria, de los gobiernos, de todos los grupos empresarios y de poder. Siempre para el conjunto de los trabajadores/as.
 Marzo  de 2016