Lo hizo implementando una resolución provisoria que les permite "sacar" fuera de los límites de Río Negro "hasta un total de 500 cajones de pescado sin procesar, por viaje de pesca".
Dicha carga, deberá ser compensada antes del 31 de agosto de 2016, con pescado de otras jurisdicciones y, en preferencia, procedente de la cuota de merluza del stock de plataforma que posee la provincia.
La vigencia de la medida "será ad referéndum de lo que se decida en la reunión de la Comisión Asesora de Pesca Marítima, prevista para el próximo 15 de diciembre", aclaró Martín.
La mediación provincial estuvo dada en respuesta a la solicitud de los propios actores: propietarios de barcos pesqueros, armadores, jefes de máquina, capitanes de pesca, marineros, trabajadores de la carga y descarga, camioneros, proveedores, y representantes de los sindicatos de marineros (SOMU) y de maquinistas (SICONARA), quienes solicitaron al Ministro su intervención en el conflicto.
Sobre la solución aportada, el subsecretario de Pesca, Jorge Bridi, explicó que se trata de un permiso provisorio que permite a los buques pesqueros independientes, que proveen su producción a las plantas de procesamiento de SAO, que cuando las mismas estén saturadas puedan llevar a procesar la carga que pescan a otras provincias: "Es algo que la Ley de Pesca prevé sólo como excepción y con el compromiso de reponerlo durante el año calendario".
Detalló que el conflicto se plantea por una cuestión coyuntural, que se da a raíz de una pesca muy abundante y al crecimiento del interés hacia la pesquería de merluza, y no tanto hacia el langostino. "Esto hace que saturen las plantas pesqueras. Entonces los barcos no tienen a quién venderle el pescado en la provincia y tendrían que parar su actividad, desaprovechando la temporada alta de capturas en el Golfo San Matías", especificó.

"La resolución es provisoria porque la acordamos hasta tanto se reúna la Comisión Asesora de Pesca Marítima", aclaró y agregó: "Este encuentro ya estaba previsto para el próximo día 15, para tratar específicamente este tema. Así que lo solucionamos llegando a un acuerdo con los armadores de los tres buques perjudicados por esta saturación de las plantas, permitiéndoles sacar provisoriamente 500 cajones por viaje de pesca".
Más adelante, Bridi destacó que, si bien es un conflicto que se viene suscitando desde hace años, el mismo se ha profundizado debido al crecimiento de la eficiencia tecnológica de los buques, que no ha tenido su correlato en las plantas pesqueras, que siguen teniendo la misma capacidad de procesamiento de antes.
"Este estancamiento puede responder a que los períodos de crisis del sector y el cierre de algunos mercados, desincentivaron las inversiones de tecnología o maquinaria. Por eso se generan cuestiones coyunturales como éstas, donde tenemos una abundancia de pescado y poca capacidad de procesarlo", sostuvo el funcionario.
Con respecto a la solución definitiva que debe dársele al problema, adelantó que en la reunión anterior de la Comisión, realizada el 26 de noviembre, "se entendió que este tema y el de las excepciones de los permisos de pesca artesanal, son prioritarios, y se decidió abordarlos el día 15 de este mes".
Finalmente, indicó: "La posición de la provincia es muy clara. Nuestros recursos pesqueros deben generar riquezas en Río Negro, no en otras provincias", aunque aclaró que también hay que atender la coyuntura: "Si no tenemos la capacidad de proceso suficiente, no podemos prohibirles a quienes viven de la actividad que salgan a pescar, porque no sería justo".
"Lo que debemos hacer es debatir y acordar entre todos cómo mejorar la eficiencia de las plantas, para que puedan aumentar la cantidad de horas de trabajo, por ejemplo. Vamos a aceptar lo que se decida por mayoría, para eso sometemos todos los temas a discusión", concluyó.