Weretilneck y Pesatti, un vínculo cada vez más distante en JSRN

Ayer se esperaba un encuentro que no se dio y el gobernador ni siquiera nombró a su vice en su discurso

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La relación entre el gobernador Alberto Weretilneck y el vicegobernador Pedro Pesatti atraviesa uno de sus momentos más críticos desde que ambos comparten la fórmula en Juntos Somos Río Negro (JSRN). Los gestos públicos de las últimas semanas confirman un quiebre político que, a esta altura, parece irreversible. Aunque trascendió la posibilidad de un encuentro entre ambos en la jornada del lunes, finalmente Pesatti no participó del acto oficial en Viedma.

Durante la presentación de la ampliación y refacción del Centro Cultural de la capital, Weretilneck agradeció en su discurso la gestión de Nicolás Mendioroz —referente de la CAF, organismo financiero que respalda la obra, e hijo del ex vicegobernador radical Bautista Mendioroz—, a quien señaló como el nexo clave para la obtención del crédito. También destacó el acompañamiento del intendente Marcos Castro, pero evitó cualquier mención a Pesatti, impulsor original del proyecto cultural.

La omisión llamó la atención porque, días atrás, el vicegobernador había compartido en redes sociales un mensaje celebrando el avance de la obra sin incluir referencias al gobernador. Así, ambos dirigentes eligieron ignorarse mutuamente en torno a una iniciativa de alto valor simbólico para la capital provincial.

El trasfondo de esta fractura se remonta a episodios anteriores. La relación comenzó a deteriorarse cuando Pesatti quedó fuera de la lista de candidatos al Senado en representación de JSRN, un lugar que terminó ocupando el presidente de la bancada oficialista, Facundo López. El vicegobernador interpretó esa decisión como un “veto” a su figura dentro del espacio, por sus ideas contrarias a Milei.

El vínculo, que en otros tiempos se sostuvo en la confianza política y en una cercanía personal evidente, hoy parece reducido al silencio y la indiferencia. “Será muy difícil recomponer algún lazo sólido desde lo político. Ya no se trata de diferencias coyunturales, sino de una ruptura de confianza”, analizan fuentes cercanas a ambos sectores.

En la historia democrática reciente de Río Negro se registraron tensiones entre gobernadores y vicegobernadores, pero pocas veces de manera tan abierta y explícita. Si bien algunos observadores no descartan que, por la necesidad de garantizar la gobernabilidad, ambos mantengan un canal mínimo de diálogo, todo indica que la relación política y personal está quebrada. Y que, aun con eventuales gestos de circunstancia, difícilmente vuelva a ser la misma.

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