Todas las medidas tomadas por el gobierno nacional han causado efectos
desastrosos para los sectores populares, la devaluación causó una enorme
pérdida de poder adquisitivo a las y los trabajadores que sumó la dolorosa
cifra del 60% de nuestro pueblo bajo la línea de pobreza.
Queda más que claro que para Milei la
“casta” era el pueblo. En su último discurso no habló de la falta de
alimentos en los comedores, de la pérdida salarial de los trabajadores, de las
jubilaciones y pensiones. Tampoco de los brutales aumentos de los servicios,
los transportes, los combustibles. Amenaza y extorsiona a los gobernadores,
poniendo a las familias de las provincias como rehenes de esa negociación.
Avanzan los despidos y las ventas no paran de caer. No para de castigar al
pueblo con la inflación, el ajuste y entrega;
y otorgando beneficios a los sectores más poderosos y ricos del país.
Mercado Libre, por ejemplo, se vió beneficiado por las exenciones impositivas
en más de 100 mil millones de pesos, con ese dinero se podrían sostener todos
los comedores comunitarios por más de un año.
Sigue tomando deuda y emitiendo pesos sin parar. Nos preguntamos: ¿a
dónde va la plata?
La ministra de capital humano Sandra Pettovello sigue sin ejecutar los
recursos que dispone la ley de emergencia alimentaria dejando sin sustento a
miles de familias que asisten diariamente a los comedores y merenderos que
sostienen las asociaciones civiles y organizaciones sociales.
La única forma de que esta política pase es con represión y desmembrando
los movimientos sociales, organizaciones populares y sindicales. Ya vio la
presión que podemos hacer las organizaciones en conjunto con el resto del
pueblo en la caída de la Ley Ómnibus.
Por eso va por más, sacando el Potenciar Trabajo y buscando la desorganización
de los que menos tienen, para que en las calles no se sienta el reclamo.
Milei ajusta … Weretilneck también
Nuestra provincia no escapa a la situación y si no toma medidas para
paliar el hambre de nuestro pueblo la convivencia pacífica se pone en riesgo
más allá de las voluntades políticas anunciadas en los medios de comunicación
en oposición al gobierno nacional.
Hace unos días Weretilneck anunció que recibirá 135 millones de dólares
producto de negociaciones de contratos con las petroleras. ¿A dónde irá ese
dinero? El hambre no espera. Están cerrando comedores y merenderos, ya que la
ayuda que recibíamos de provincia y municipios rionegrinos se cortó, hoy las
ollas están vacías. Sumándose a la
inflación y falta de trabajo, la situación ya es desesperante.
La ollas no se llenan con declaraciones, hacen falta medidas concretas
para exigir al gobierno nacional que cumpla con la ley pero además generando
herramientas legales en la provincia que garanticen el acceso a la alimentación
a la población, favorecer la producción regional, promover la transparencia y
equidad en la distribución de alimentos y evitar daños irreparables en las
generaciones más jóvenes y la brutal ruptura de la paz social.
Por este motivo le solicitamos una audiencia urgente al Gobernador
Alberto Weretilneck para abordar la situación crítica que vivimos y que nos dé
respuestas.
12 de Marzo: Jornada Nacional de Lucha con cortes en todo el país.
El próximo martes 12 de marzo llevaremos adelante una jornada nacional
junto a otras organizaciones sociales y sindicales. Vamos a profundizar nuestro
plan de lucha frente a la falta absoluta de respuesta del gobierno ante la
emergencia alimentaria y el ajuste a las economía populares, trabajadoras y
trabajadores precarizados y desocupados.
Denunciamos el desabastecimiento de alimentos - por orden de Sandra
Petovello- en los miles de comedores de los barrios populares de todo el país.
Denunciamos el ataque y la estigmatización a las y los trabajadores de
las economías populares y organizaciones piqueteras con el ajuste en el
Potenciar Trabajo y los cambios en el programa, a espalda de las y los trabajadores.
Que el programa se llame ahora “Volver al trabajo”, no soluciona el fondo de la
política que este mismo gobierno profundiza: una recesión económica que aumenta
la desocupación y la precarización del trabajo. Este cambio solo pretende
encubrir un nuevo ajuste sobre los programas de ayuda social.
Denunciamos el fin de las obras de integración sociourbana que tanto
necesitan las familias que viven hacinadas, sin servicios básicos y
desintegrando miles de puestos de trabajo.
Exigimos que se enfoque en lo urgente, que es resolver la necesidad
básica de alimentos para las y los de abajo.
El hambre en nuestro pueblo es el límite.
26 noviembre 2024
Opinion